Una de las primeras reuniones del día miércoles en las que participó Alberto Fernández, fue un almuerzo con la cúpula empresarial de la Asociación Económica Argentina (AEA) en un hotel porteño. El mismo se dio dentro de la Asamblea Anual de este organismo que reúne a las principales empresas que operan en el país como Mercado Libre, Techint, Accenture, el grupo Clarín, Ledesma, entre otras.
Allí estaban también el excéntrico millonario Pablo Roemmers que se gastó 11 millones de dólares en un cumpleaños con la plata que ganan con los jubilados y enfermos, y Sebastián Bagó, que hizo ganancias con todos los gobiernos, sobre todo en el rubro de las vacunas contra la aftosa.
Uno de los principales objetivos del presidente fue buscar el respaldo de los popes industriales al proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que hoy se debatirá en Diputados. El rápido visto bueno de los principales empresarios del país al proyecto “solidario” de Fernández levanta sospechas sobre los beneficios que obtendrían del mismo quienes hace meses están pidiendo a gritos una reforma laboral.
Las farmacéuticas, ganadores de la era Macri
Un reciente informe del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA) indica que los medicamentos han aumentado en promedio un 457% en los últimos 4 años, y medicamentos para enfermedades cardiovasculares más de 1200%.
En este contexto, el descuento anunciado del 8% tiene sabor a poco, sobre todo cuando la realidad hoy es que los jubilados tienen que elegir entre comer, pagar las facturas o comprar los remedios. Un 8 % de descuento para un medicamento de tratamiento prolongado de un costo de 2 mil pesos significa que la persona pasará a pagar $1846.
Como señaló Myriam Bregman “Te robaron todo y después te dicen te devuelven 8 por ciento. Los medicamentos y los alimentos son bienes sociales, y todo el mundo debería tener acceso”.
Se estima que la rama farmacéutica obtiene ganancias de alrededor de 400 millones de dólares por mes y 5000 millones de dólares al año. Segun el INDEC, la facturación de la industria farmacéutica creció 70,7% interanual en el 3º trimestre 2019. Esta fortuna que amasaron los grandes laboratorios, la hicieron a costa de la salud de las familias que costean sus tratamientos a precio dólar.
La salud no es un negocio
Lo que por el momento es claro es que los mayores "esfuerzos solidarios" para lograr "la sostenibilidad de la deuda pública, tal como reza el proyecto presentado en el Congreso, recaen hoy sobre los jubilados que verán suspendidos los aumentos estipulados y los trabajadores que perdieron gran parte del poder adquisitivo de su salario con la devaluación e inflación. Desde el Frente de Izquierda opinamos que es a los ganadores en la era del macrismo hay que afectar.
Proponemos la creación de un Banco Único Estatal de medicamentos y vacunas que centralice su producción y distribución en todo el país en función de las necesidades epidemiológicas de la población. Este sería el primer paso en el camino de garantizar el acceso en todos los niveles de atención por el Estado, mediante la producción pública de medicamentos y vacunas, bajo gestión de los trabajadores y especialistas de las universidades públicas, para terminar con negocios millonarios de laboratorios nacionales y extranjeros |