En los Estados Unidos la Cámara de Representantes aprobó por mayoría el Tratado México Estados Unidos Canadá en medio de una “bomba” política que implicó la noticia del próximo juicio político al presidente Donald Trump.
Con 385 votos a favor -de los cuales 193 fueron demócratas y 192 de los legisladores republicanos- y 41 en contra se aprobó este nuevo T-MEC. El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró ante la aprobación que “estamos bien y de buenas”.
Las negociaciones encabezadas por Robert Lighthizer, Jesús Seade y Chrystia Freeland fueron en momentos como una película de suspenso. Sin embargo, los acuerdos han sido firmados. Con esta aprobación ahora se debe discutir en el senado.
El T-MEC se aprueba en medio de la militarización de la frontera sur con la Guardia Nacional para impedir el tránsito de las y los migrantes de América Central hacia el sueño americano.
Este acuerdo tiene consecuencias negativas para los trabajadores en ambos lados de la frontera y es un nuevo plan de subordinación y de recolonización de Estados Unidos sobre México.
Los cambios en el sector automotriz, en la producción en el acero y en el campo generarán peores condiciones de vida de las y los trabajadores de ambos lados de la frontera: hay riesgo de que en EEUU. La patronal intenta presionar a la baja los salarios del sector automotriz, que ahora promedian 32 dólares la hora, ya que el piso salarial será de 16.
En México, con la nueva reforma laboral se abre la puerta a la injerencia del estado en los sindicatos, y la patronal de las autopartistas y automotrices pretenderá cargar sobre la clase trabajadora el costo de las nuevas reglas de juego del T-MEC, con despidos, paros técnicos y más precarización laboral. | 
