Este 1° de Mayo, nos encuentra nuevamente reivindicando los derechos que nos son negados por la sociedad machista en la que vivimos y nuestros lugares de trabajo no escapan al dominio de esta sociedad regida por empresarios que se aprovechan de la situación de las mujeres. Es por eso que todos los días sufrimos las consecuencias con los peores trabajos, mal pagos y con un ritmo de producción agotador.
A pesar del discurso de igualdad, las mujeres, aún hoy, somos uno de los sectores más explotados y oprimidos de la clase trabajadora. El conjunto entero del pueblo trabajador, no debe seguir permitiendo estas injusticias, por eso es necesario que las mujeres trabajadoras nos organicemos.
Así lo reflejan los testimonios de mis compañeras de la fábrica:
"Hacemos el trabajo más cansador, pero como somos la mayor cantidad del personal, no nos dan categoría, ni posibilidad de conseguirla".
"Cuando se enferman nuestro hijos o no tenemos quien los cuide, no nos queda otra que faltar perdiendo el día, el premio y muchas veces el empleo".
"Las tareas de limpieza dentro de la fábrica siempre son asignadas a nosotras y no a nuestros compañeros".
"Hacemos el mismo trabajo que los hombres muchas veces y no nos pagan la categoría que corresponde".
Las mujeres sabemos que nada de lo que hemos ganado nos fue fácil y gratuito, también que por miedo muchas veces nos cuesta organizarnos y unirnos. Pero también sabemos que una vez que logramos vencer esos obstáculos, es difícil que retrocedamos en la lucha. Que empecemos a debatir sobre nuestros derechos como mujeres trabajadores, y que el 1ero de Mayo también es nuestro día, es un gran paso. |
