Cuando este martes lleguen las doce de la noche, habrá millones de jubilados que no tendrán nada para festejar. Alberto Fernández les había prometido en campaña que les aumentaría sus haberes un 20 % el 10 de diciembre, pero en cambio les suspendió la movilidad jubilatoria.
Habrá 2,3 millones de adultos mayores que no solo no cobrarán ni un bono, sino que el monto de sus aumentos del próximo semestre quedó en suspenso, “justo” cuando la fórmula de movilidad los iba a beneficiar por encima de la inflación. Apenas los que perciben la mínima tendrán un bono por dos meses. El 70 % de los jubilados seguirá por debajo de la canasta básicas para la Tercera Edad.
Pero la amargura no es para todos. En otras mesas, lejanas y lujosas, habrá quienes festejarán y mucho.
A las mineras, por ejemplo, Alberto Fernández les está cumpliendo con creces. No solo les bajó las retenciones al 8 %, engrosando sus negocios, sino que el pacto de saqueo y contaminación que acordó con el gobernador radical de Mendoza, Rodolfo Suárez, está garantizado con represión. Este lunes en Mendoza se les respondió con gases y palos a los miles y miles que salieron a repudiar la modificación a la ley 7722, cambio que habilita el uso de productos químicos como el cianuro y el ácido sulfúrico en la explotación minera, y por lo tanto la contaminación de los ríos.
Entre la Barrick Gold y el pueblo de Mendoza, Alberto Fernández y Rodolfo Suárez ya dejaron muy clara su elección. La izquierda, en cambio, votó en contra de este proyecto en la Legislatura mendocina y estuvo presente movilizándose en las calles, con Nicolás del Caño, Noelia Barbeito, Lautaro Jiménez y otros referentes del espacio.
Por otro lado, uno de los primeros usos que le dio a su lapicera el presidente del Frente de Todos fue para una modificación a la “Ley de emergencia” que votó el Congreso Nacional entre el jueves y el viernes pasado. Al promulgar la norma, este lunes, Alberto Fernández hizo un veto parcial de la misma. ¿Para beneficiar a los jubilados? No precisamente: lo que hizo fue vetar el artículo que les hacía pagar más regalías a las petroleras. Mientras esto sucedía en Casa Rosada, “casualmente” Guillermo Nielsen realizaba su primera visita a Vaca Muerta como presidente de YPF.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, se fue tranquilo este lunes de la reunión que la Mesa de Enlace mantuvo con Alberto Fernández. Según manifestó, el presidente les prometío que “las retenciones tienen que ir disminuyendo porque no son un instrumento deseable para el funcionamiento de una economía”. Las patronales del campo se quejan, pero en el fondo saben que las retenciones apenas subieron al mismo nivel que estaban con Macri en 2018, y que sus fabulosos negocios seguirán intactos.
Quienes sin duda están de fiesta son los “mercados”. Desde la aprobación de la Ley de Emergencia, las acciones argentinas en Wall Street avanzaron más de 13% y el riesgo país bajó a 1873 puntos. Los motivos son claros: el ajuste fiscal, cuyas primeras víctimas son los jubilados, tiene un objetivo claro: lograr “consistencia fiscal”, como dijo el ministro Martín Guzmán, es decir, “equilibrar” las cuentas para poder pagarle la deuda a los especuladores tras la renegociación que está en curso.
Para coronar, la frutilla del postre es que el presidente anunció este lunes que una misión del FMI llegará a la Argentina en los próximos días.
Macri se fue, pero el ajuste y el Fondo se quedaron. | 
