Recién salida del horno la ley de emergencia que facultó al gobernador Kicillof para renegociar con los bonistas y para endeudarse en 74.000 millones de pesos más para pagar los vencimientos de la primera parte del año, se reanudaron los contactos con los usureros extranjeros que tienen en su poder los bonos de la deuda provincial. Antes de votada dicha ley, los tenedores extranjeros habían enviado ya una primera carta a Kicillof e incluso representantes de algunos de ellos llegaron de manera conjunta hasta la ciudad de las diagonales para asesorarse sobre cómo piensa concretar la voluntad de pago pregonada desde el primer día por el nuevo gobernador, que a lo largo de sus cuatro años de gestión tendrá que pagar 8 mil millones de dólares. Además Kicillof tiene un abultado vencimiento de 600 millones de dólares a mediados de enero, más los 2 mil millones que tendrá que desembolsar a lo largo de 2020.
La provincia cuenta con muchos acreedores usureros, la mayoría fondos de inversión norteamericanos. Solamente el famoso Black Rock, hacedor de grandes negocios durante parte del gobierno de Macri, tiene en su poder 7 mil millones de dólares en títulos bonaerenses.
Ley Fiscal 2020, otra pata para llenar los bolsillos de los bonistas
Durante todo el fin de semana pasado Kicillof y su equipo se encerraron en la residencia oficial para terminar el proyecto de Ley Fiscal 2020.
Con la suspensión del Pacto Fiscal -que en su momento había acordado Macri con los gobernadores peronistas- la provincia de Buenos Aires recuperaría unos 30 mil millones de pesos al recuperar lo recaudado en materia de Ingresos Brutos (el 70 % de la recaudación provincial) y Sellos, entre otros impuestos. El proyecto fue enviado a la Legislatura el pasado martes y hoy jueves será tratado en ambas cámaras. El gobierno quiere imponer de manera exprés un paquete fiscal que golpea a importantes sectores de las clases medias, propiciando su empobrecimiento. Además de aumentar el endeudamiento provincial, el gobierno provincial necesita también nuevos impuestos para recaudar para los usureros.
Millones para los bonistas… ¿y para los trabajadores?
Mientras se va seguirá endeudando a la provincia en 74.000 millones de pesos y el gobierno corre rápido para renegociar los vencimientos con los usureros internacionales, a las paritarias de los estatales bonaerenses se les sigue “corriendo el arco”. No las convocan, y en el mejor de los casos querrán arreglarlo con un bono a cuenta. Parecería que los estatales todavía no figuran entre las emergencias del gobierno, cuando perdieron un 31 % de su poder adquisitivo. Una enorme pérdida que los puso en absoluta emergencia; muchos y muchas bajo los niveles de la pobreza, fuerte caída de los consumos básicos y el nivel general de vida.
Una carta a Papá Noel para pedir la apertura de las paritarias
La situación actual que viven los estatales se preveía desde hace meses. Ganara quien ganara las elecciones iba a seguir empujando la caótica situación financiera de la provincia -producto de un colosal endeudamiento- sobre sus espaldas cada vez más empobrecidas.
Los sindicatos de los distintos gremios estatales imposibilitaron el aprovechamiento de este tiempo para enfrentar una situación que estaba cantada. Todos ellos jugaron al “hay 2019”, evitar la calle para empujar la bronca hacia el apoyo electoral al Frente de Todos.
La situación actual es pura responsabilidad de la política de los sindicatos, que al día de hoy siguen en una total pasividad. El caso del Suteba provincial es escandaloso: su acción de lucha contra la falta de paritarias para recuperar el salario fue enviarle una carta a Kicillof… sin palabras.
Los dirigentes provinciales de ATE que fueron parte de las interna en el peronismo platense y participaron de la asunción de Kicillof, se llamaron a silencio. Los históricos colaboracionistas de UPCN llaman a una tregua de seis meses.
Por el momento el gobernador Kicillof ha logrado tejer una peculiar unidad de los sindicatos bonaerenses y ganar su colaboración.
Hay que superar ese colaboracionismo de las direcciones sindicales para recuperar lo perdido y derogar la Ley de Emergencia Administrativa y Tecnológica -impuesta por Vidal y recientemente prorrogada por el propio Kicillof- que además de mantener la precarización laboral en el Estado desfinancia aún más la caja previsional. Una vez más, son Ellos, los usureros internacionales, o Nosotros.
Les deseo a todes un buen comienzo de año y nos volveremos a encontrar en el 2020 en nuestra columna semanal.
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