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1- Las internas provinciales, que se llevaron a cabo el domingo 19 de abril, se hicieron bajo una nueva ley que exige sacar un piso del 1,5% del padrón de electores para poder pasar a las elecciones generales. En este caso, el piso es exactamente de 38.600 votos. La izquierda denunció, desde la promulgación de la Ley, que el piso era un intento del gobierno provincial de silenciar a la izquierda –que se había ubicado como la cuarta fuerza en 2013- y quedarse con sus votos para enfrentar una elección difícil.
2- El pasado domingo, una hora antes de cerrar las mesas de votación, el Ministro de Gobierno Rubén Galassi y funcionarios del Tribunal Electoral indicaron que ya habían votado el 70% de los electores. Pero al finalizar el escrutinio provisorio la página oficial del Tribunal indicaba que solo habían votado el 65% de los electores.
3- La información oficial del Tribunal Electoral de la Provincia indicaba que se habían escrutado el 100% de las mesas, dando por cerrado el escrutinio provisorio. Pero, como se conoció en la tarde este martes, faltaba escrutar el 10% de las mesas.
4- Los resultados se publicaron sin contar el voto de más de 200 mil santafesinos, hecho que desnaturaliza la elección y su resultado. A eso se suma que aparecen 40 mil votos “no consignados” que tampoco fueron contados en el escrutinio provisorio.
5- Se pudo comprobar en varias mesas que, en las actas cargadas, figuran menos votos que los que indican las actas del Frente de Izquierda y de otras fuerzas políticas. Además, se encontraron boletas firmadas y actas tiradas en las afueras de las escuelas donde se realizaba la votación. Hasta el día de hoy no es claro el recorrido y la localización de las urnas y actas.
6- El porcentaje proyectado por las actas del Frente de Izquierda indicaba que dicha fuerza obtenía la cantidad de votos necesarios para pasar el piso proscriptivo en todas las categorías, pero la información dada por el Tribunal Electoral no coincidía. Como el piso del 1,5% se calcula sobre el padrón de electores, mientras menos gente concurra a votar más difícil es llegar al número exigido por la ley. De esta manera al ocultarse 240 mil votos en el escrutinio provisorio se garantizaba que los resultados dejaran a la izquierda afuera de la elección general. Otras fuerzas, como el Frente Social y Popular se hallaban en la misma situación. Fue la izquierda la que inició la denuncia por graves irregularidades en la elección.
7- La cantidad de votos no contabilizados podría alterar el resultado de la elección, haciendo crecer la diferencia a favor del PRO o reduciendo la diferencia entre el PS-UCR y el FJV. De allí que su candidato a gobernador Perotti se haya sumado al reclamo por el escrutinio.
8- El gobierno provincial tardó 48hs. en hacer declaraciones e informar que faltaban escrutarse 240 mil votos, generando con esto una crisis política de gravedad. El gobernador Antonio Bonfatti admitió que el resultado real puede ser muy diferente al informado por el Tribunal Electoral. Rápidamente esto se convirtió en un hecho con repercusión nacional.
9- Pesan graves acusaciones sobre el secretario de Tecnología de Santa Fe, Javier Echaniz, responsable del escrutinio provisorio. Este funcionario fue el que abrió la computadora Mac del jefe narco Luis Medina, horas después de haber sido asesinado. Se sospecha que en ese entonces se alteró información contenida en la computadora que comprometía a funcionarios públicos con el delito del narcotráfico.
10- Consultado sobre los motivos que llevaron al gobierno a realizar estas maniobras fraudulentas, el candidato a Gobernador por el Frente de Izquierda, Octavio Crivaro, explicó: “Desde 2011 las elecciones se polarizan cada vez más entre el PS-UCR y el PRO. El Gobierno provincial puso el piso del 1,5% para silenciar a la izquierda y quedarse con sus votos para enfrentar una elección polarizada con el PRO. Como pasamos el piso proscriptivo, vinieron las maniobras fraudulentas. Es concreto: La diferencia con Del Sel es solo de 5000 votos. Quedarse con los casi 40 mil votos que corresponden a la izquierda podría haber sido la carta de salvación para un partido en decadencia como el PS, cuestionado por su complicidad con el narcotráfico y la policía del gatillo fácil, y cada vez menos capaz de explicar sus diferencias con el PRO ya que ambos son grandes defensores de los terratenientes y empresarios, mientras cientos de miles de trabajadores están precarizados y decenas en “accidentes de trabajo”. De hecho la UCR que en la elección provincial está con el PS, en la nacional jugará para el PRO”. |