Los incendios en la región de Valparaíso se ha vuelto una crónica de todos los años, donde miles de familias pobres sufren los daños ocasionados por el fuego. Las causas: la erosión y sequía que han ocasionado las plantaciones de pino y eucaliptos en las laderas de los cerros junto a una emergencia habitacional que se ha expresado en la carencia de servicios básicos, donde la región de Valparaíso lidera el segundo lugar nacional con un 4.7% de hogares, según señala la Encuesta Casen 2017.
Las consecuencias sociales de los incendios forestales son totalmente previsibles pero los gobiernos y empresarios no quieren cambiar ninguna de las condiciones estructurales. Han pasado 5 años desde la catástrofe de 2014, y no ha habido ningún cambio en beneficio del pueblo trabajador, arrojado todos los años a los incendios.
El Estado es el responsable
Según la Cámara de Construcción y Comercio (2019), entre los años 2015 y 2017 aumentaron en 13% los requerimientos habitacionales en el país y creció un 35% las familias que se encuentran viviendo de allegadas y, solo en 2017, más de 40 mil familias vivían en campamentos a lo largo del país.
La región con mayor campamentos es Valparaíso , según señala el informe del Centro de Investigación Social- TECHO CHILE (2018), con 188 asentamientos y 11 150 familias habitando en ellos, conteniendo al 24,2% de las familias que viven en campamentos de todo el país y localizándose especialmente en laderas de cerros de las comunas de Valparaíso y Viña del Mar.
Mientras que el Ministro de Vivienda, Cristian Monckeberg, anuncia que no se debe invertir en los lugares afectados y plantea un plan de subsidio habitacional para los dueños de los terrenos, una solución que no responde a las cientos de familias que han perdido su hogar y que llevan años de espera para adquirir una vivienda propia. En vez de asegurar los negocios de bancos e inmobiliarias, el Estado debería asegurar viviendas dignas y de calidad en zonas habitables para cada familia.
Las grandes inmobiliarias, banqueros y empresarios del Puerto de Valparaíso se llevan millones con el negocio de la vivienda, en desmedro de las condiciones de vida y la precariedad de las familias, como si nuestras vidas valieran menos que sus ganancias. Mediante impuestos progresivos a los grandes empresarios, podemos financiar un plan de emergencia y reconstrucción gestionado por trabajadores y comunidades damnificadas, para que nadie se quede en la calle sin hogar, así como expropiar las viviendas ociosas para que todas las familias afectadas tengan donde vivir.
La ayuda obrera, popular y de la juventud debe ir de la mano con la pelea para que los grandes empresarios paguen estos costos y para dar una salida estructural al problema de la vivienda, para que nunca mas vivamos esta desidia de dejar en las calles a cientos de familias.
"El gobierno de Sebastián Piñera y el gobierno local de Jorge Sharp nos plantean subsidios de arriendo para las personas que fueron afectadas por este incendio, pero también nos dice quien no sea propietario del terreno no va a poder volver a construir. Sabemos que estas son soluciones parches que da el gobierno, que no viene a solucionar el problema estructural de la vivienda. Por eso nosotros planteamos un plan de Emergencia con un plan de construcción gestionado por trabajadores, pobladores, mujeres y juventud para reconstruir a través de los impuestos a las grandes empresas y familias con grandes ganancias, como los Von Appen.", expresó Lyam Riveros, estudiante de la Universidad de Playa Ancha y militante de la agrupación juvenil Vencer. |