1. Los 40 días del Musa Dagh
Publicada por primera vez en 1933, Los cuarenta días del Musa Dagh es también conocida como "la novela del genocidio armenio". Cuenta la historia de la resistencia ofrecida al ejército turco por unos pocos miles de civiles armenios a mediados de 1915, en el Musa Dagh, el Monte de Moisés. Franz Werfel utilizó este relato particular para intentartransmitir de conjunto la brutalidad de los horrores del genocidio armenio.
Cuentan que este libro, publicado justamente durante el ascenso del régimen nazi en Alemania, era el más leído por los judíos que vivieron encerrados en el Gueto de Varsovia.
Los 40 días de Musa Dagh fue reeditado en español por Losada en el años 2003. También se encuentran en internet versiones gratuitas para descargar en PDF.
2. Armenia, poema de Willian Saroyan (1908-1981)
Me gustaria saber si existe en al tierra
algún poder capaz de destruir esta raza,
esta pequeña comunidad
de gente insignificante,
cuya historia ha llegado a su fin.
Que tuvo numerosas batallas perdidas,
cuyas estructuras se han desmoronado,
Cuya literatura no es digna de ser leída
ni su música de ser oída,
y cuyos ruegos no han sido contestados.
!Adelante, continúen aniquilando esta raza!
!Destruyan armenia! !Miren si pueden hacerlo!
Sáquenlos de sus casas y envíenlos al desierto!
!Déjenlos sin comida!
Quemen sus casas e iglesias
Pero luego, miren sino son capaces
De volver a reír.
vean sino vuelven a cantar o a rezar.
Y cuando dos de ellos se encuentren en
cualquier lugar del mundo
vean sino vuelven a crear una nueva Armenia.
Esta poesía pertenece a William Saroyan, escritor y dramaturgo armenio-estadounidense de gran sensibilidad y trascendencia. Muchas de sus historias se fundaban en experiencias de la infancia entre los agricultores armenio-americanos del Valle de San Joaquín, o trataban el tema del desarraigo del inmigrante y el más general de la condición humana.
3. Recuérdenme..., poema de Mushegh Ishján
Recuérdenme...
Que este inenarrable y luctuoso hecho - el gran crimen- no se cubra de olvido.
Llamaré, llamaré esta noche
a la puerta cerrada de vuestros ensueños,
para que despierten las conciencias ociosas
de su hondo letargo siquiera un momento.
¿No me conocen? ... Yo soy aquel niño hermoso
que exhausto y semidesnudo
en el diserto de Der-El- Zor se durmió un día
y jamás despertó.
No se horroricen de mi esquelética figura,
nunca fui enterrado,
y asi deambule
entre los muertos,
siempre con hambre y sediento.
Por la hambruna mi vientre se fue hinchando
como parte del tambor, tenso y delgado,
y mis piernas, descarnadas,
eran débiles palillos...
Incontables días sin bocado de pan.
mis ojos solo sangre y muerte vieron;
como una cabra sarnosa comi pasto,
y luego ... ni eso.
Los golpes no son lo grave, curar las heridas de la espalda;
tampoco importa el miedo a la muerte;
lo terrible es ver caer al suelo, hambrientos,
pequeños como yo...
No pido adornos ni abrigos de lana,
los esqueletos se ven siempre desnudos;
mas cuando saquen del horno los panecillos calientes,
acuérdense de mi.
A la puerta de todos los hombres,
llamaré, llamaré con insistencia,
para que nunca falte a ningún niño
su pedazo de pan cada jornada.
Mushegh Ishján, nació en 1913 en Sivrihisar (Armenia Occidental). Conoció desde niño la amargura de la vida en los caminos des deportaciones. Estudió en la escuela Armenia de Damasco, en el Instituto Melkonian de Chipre y en el Colegio Haigazian de Beirut.
Este poema forma parte del libro "Las montañas doloridas. 21 poetas armenios" editado en Buenos Aires en el año 2003. |