Cuestionado ante este nuevo escándalo de la Iglesia católica en México, López Obrador declaró que el Estado va a observar estos delitos actuando de conformidad con la ley pero sin politizar el tema.
Sostuvo AMLO “Pensamos que hay que mantener buena relación con las iglesias, con todas, y hacer valer el estado laico que significa que todas las iglesias tienen los mismos derechos y que el estado debe garantizar la libertad religiosa. Es grave, no deben cometerse estos actos.”
Entre la predicación y el cálculo político, ante el informe de los Legionarios -criticado por parcial- el presidente que llegó al poder en alianza con la derecha cristiana organizada en el Partido Encuentro Social elige mantener una postura que garantice la impunidad de los sacerdotes pederastas y de la jerarquía eclesiástica encubridora.
Con el agravante de que en 2019 buscó abrir medios de comunicación a algunas iglesias evangélicas, así como su participación en programas sociales, con el reparto de la polémica cartilla moral, eludiendo en los hechos la principal definición del Estado laico, que es la separación de la Iglesia del Estado.
Mientras mantiene su acercamiento a las iglesias, para evitar definir una postura clara ante el derecho al aborto, ya que en el Morena hay sectores en contra y otros a favor de la despenalización, el gobierno dice tener temas más importantes
en su agenda.
| 
