El Consell, reunido este jueves a partir de las 17hs, ha llegado al acuerdo ampliamente mayoritario para dar apoyo a la investidura del líder del PSOE. En cuestión de pocos días comenzará a rodar la nueva legislatura de Sánchez con el primer gobierno de coalición en el Estado español en los últimos cuarenta años. El Consell ha ratificado así, los acuerdos asumidos por la dirección republicana.
El acuerdo incluye una mesa de diálogo político sin restricciones entre gobiernos y entre partidos. Estas mesas deberían profundizar, según los dirigentes republicanos, acuerdos que resuelvan la cuestión nacional y la falta de inversiones. Y los resultados del acuerdo entre ambas formaciones políticas deberían ser refrendados a través de una consulta pública.
El partido de Oriol Junqueras consolida así su apuesta por negociar con el Estado español, abandonando el mandato popular del referéndum del 1O o la convocatoria de uno nuevo. La dirección de ERC impone la vía del acuerdo con los socialistas y los Comunes, para lograr presupuestos en Barcelona, Catalunya y los Presupuestos Generales del Estado. Esquerra recupera la táctica de Pujol y Artur Mas del “peix al cove” para conseguir dinero mientras apoya al ejecutivo catalán.
Sin embargo, dicho acuerdo no contempla la situación de los diferentes presos, encausados y exilados políticos. La sentencia de los 100 años se mantiene intacta, la vulneración de derechos contra Oriol Junqueras y la persecución contra los activistas independentistas continúa igual. De la misma manera que la situación legal de los exilados. Todo, además, cuando hoy mismo acaba de conocerse que el poder judicial belga desestima la euroorden contra Puigdemont por la inmunidad europarlamentaria.
Lo que sí contempla dicho acuerdo es el apoyo por pasiva de los trece diputados de Esquerra Republicana a la investidura de Pedro Sánchez. El mismo que se puso a la cabeza de la represión contra cientos de jóvenes durante las primeras semanas posteriores a la sentencia del Supremo contra los líderes soberanistas.
¿Cómo puede entenderse este apoyo político tan solo obteniendo una mesa de diálogo? El programa del PSOE-UP dice en relación a Catalunya, que tan solo se abordará el conflicto político catalán y nada de que vaya a plantearse una salida a las aspiraciones democráticas por el derecho a decidir de millones de catalanes.
Mientras tanto la derecha brama a los cuatro vientos para que los barones socialistas se opongan a la investidura de Sánchez con el apoyo de Unidas Podemos y Esquerra Republicana. Pablo Casado, Inés Arrimadas y diferentes dirigentes de sus partidos apelan a la rebelión interna del PSOE contra Pedro Sánchez.
¿Hacia nuevas elecciones catalanas?
Éste acuerdo, además, tiene como consecuencia inmediata un aumento de las fricciones entre los socios del Govern. En primer lugar, se ha manifestado entre el President Quim Torra y el Vicepresident Pere Aragonès. El primero llamó al segundo al Palau de la Generalitat para que le aclare personalmente los términos del acuerdo.
Luego de 45 minutos de reunión, Torra dejó claro que el Govern no asume el pacto PSOE-UP y que un acuerdo sobre el Govern no puede ser realizado sin la participación del mismo. El President continúa reclamando el ejercicio del derecho de autodeterminación, del fin de la represión y la amnistía. Por su parte, Pere Aragonès ha solicitado a Torra que el Govern y Junts per Catalunya sumen a la mesa para lograr junto a Esquerra un pacto para ejercer la autodeterminación.
Al mismo tiempo, la portavoz de JxCat, Laura Borràs se manifestó de forma opuesta al contenido del pacto firmado por el PSOE y Unidas Podemos puesto que el punto 9 habla de una “España fuerte y cohesionada”. Para la lideresa catalana "La confianza entre Torra y Aragonès está vigente y veremos si se rompe en función de las decisiones que se tomen a partir de un acuerdo que todavía no conocemos”. De todas formas, no es posible olvidar la fluida “coordinación” entre el Govern catalán y el Gobierno de Sánchez para reprimir al pueblo catalán cuando salió a repudiar la sentencia el pasado octubre.
A las críticas se sumó Elisenda Paluzie, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana. Paluzie planteaba que el apoyo de ERC al ejecutivo español “pone en riesgo la unidad del independentismo”. Antoni Castellà, dirigente de Democràtes, partido aliado a ERC, tuiteó "Cuando estás en conflicto y sabes que tu enemigo siempre hace trampas y que además tiene rehenes retenidos, teniendo los votos para hacerlo caer, lo último que haces es estabilizarlo".
No poco importante son las críticas realizadas por la CUP-PR (Candidatura d’Unitat Popular per la Ruptura). En un comunicado, la formación cupaire manifestaba “el inminente acuerdo de investidura supone un retroceso para los derechos de los pueblos y las trabajadoras”. Y en un artículo para Esquerra Diari Vidal Aragonés, diputado de la CUP, hacía una crítica profunda al programa firmado por Sánchez e Iglesias.
Estas fricciones entre los socios catalanes se dan en un momento delicado. La Junta Electoral Central debe resolver este viernes si inhabilita inmediatamente al President Torra por la pancarta en el balcón de la Generalitat. La Junta Electoral Provincial había desestimado la inhabilitación inmediata a falta de una sentencia firme, pero el PP, Cs y Vox apelaron a la JEC. Además, la JEC también deberá resolver sobre la situación de Oriol Junqueras.
La lucha por la Generalitat y la hegemonía del movimiento catalán está en plena efervescencia. Se avista en los próximos meses elecciones catalanas debido a la intromisión del poder político de Madrid. Incluso, no es descartable que haya una ruptura entre los actuales socios de Govern debido a la política de investidura. La lucha por la hegemonía y la Generalitat vuelve a estar abierta. |