Caricatura cortesía del dibujante duraznense Karlos Garateguy
Una rectificación necesaria
Hace casi dos años en un anterior artículo, conjeturábamos la posible extinción del partido de Rivera, hipótesis que basábamos en diferentes variantes estructurales y superestructurales que divisábamos en el escenario político nacional.
Por una parte la orfandad sociológica del voto del pachequismo social que había sido representado con vigor en el liderazgo de Pedro Bordaberry, y que después de su renuncia produjo un vacío en el Partido Colorado que estaba siendo capitalizado por Novick y su partido, cayendo en picada el partido histórico de la burguesía mercantil en todos los sondeos de intención de voto de cara a las elecciones del siguiente año.
Por otra parte el PC tampoco ofrecía en el 2018 un ala de centroizquierda potente y seductora que lograra capitalizar el descontento de la base astorista de sectores de la pequeña burguesía que en última instancia se fugaban al Partido Independiente en todo caso.
Sin embargo la irrupción de Manini Ríos y Cabildo Abierto, la aparición de Talvi y la resurrección de Sanguinetti cambiaron por completo el escenario político uruguayo, generando otro panorama al previsto antes de las elecciones.
El ave fénix y su devenir
La relativa recomposición política del PC fue fruto de la regeneración de una ala "liberal-progresista" encarnada en Ernesto Talvi que jugó por el centro de la cancha colorada, y del otro lado por Sanguinetti corriendo por el lado derecho de la misma; sin embargo la irrupción de C.A limitó el crecimiento de "batllistas" (el sector de Sanguinetti) y le puso un techo al crecimiento general de todo el Partido Colorado.
Aún así, el PC logró salir del profundo abismo de disolución que preveía el escenario hipotetizado a mediados del 2018, y a penas logró conquistar el espacio de tercera fuerza política del régimen pisado en los talones por Manini Ríos y CA.
Este último elemento lo consideraremos más adelante a la hora de pronosticar posibles escenarios de desarrollo de esta ave fénix burguesa, que el tiempo dirá si se consumirá en el fuego de la crisis o permanecerá como variante histórica del régimen.
Todos los caminos conducen a Sanguinetti
Después de haber negado cualquier confluencia y fusión política de "Cuidadanos" por parte de Talvi con el viejo aparato del Foro, Sanguinetti como audaz estratega burgués jugó su partido y no sólo logró una importante banacada parlamentaria y una presencia significativa en el gabinete de Lacalle Pou, sino que además consiguió derrotar (o seducir) a Talvi en la interna colorada, para conducir el Partido Colorado, como secretario general.
El "Chicago boy" principista que venía supuestamente a renovar la política burguesa y que renegaba furiosamente del aparato sanguinettista, terminó sucumbiendo a los encantos de la serpiente más "sabia" del poder capitalista en Uruguay, aquella que en congregaciones con las cámaras empresariales aconseja practicar el gradualismo, como antídoto para que la espontaneidad de las masas no pueda expresarse en una resistencia tenaz y sistemática ante los ataques del capital.
Cabildo Abierto y la debilidad del Partido Colorado
El fenómeno de Cabildo Abierto que analizamos en un anterior artículo significó la autonomización de la fracción militar del partido colorado, conllevando además el arrastre de importantes sectores sociales de fuerte tradición riverista y pachequista.
Las elecciones del 27 de Octubre reflejaron una contundente victoria de Manini Ríos y CA en el Interior del país, arrancando bastiones históricos del conservadurismo colorado como Salto y Rivera.
Es muy probable, que si Talvi no se delimita con suficiente energía de Manini Ríos en el curso del gobierno de la derecha patronal, y que si por otra parte un Sanguinetti envejecido y senil no logra disputar el riversimo sociológico a CA, el partido colorado se agote como corriente burguesa, y esta vez si marche definitivamente hacia el cadalso de la historia. |