Una semana de interpelaciones
Martes, miércoles y jueves. Estos serán los días en los que se llevarán adelante las interpelaciones parlamentarias a los encargados de la carteras de Salud, Trabajo y Hacienda.
Es así que la primera en ser interpelada será la ministra de Trabajo, María José Zaldívar, el 7 de enero, en donde será Marcelo Díaz (PS) el encargado del proceso. Al cronograma se suma Jaime Mañalich, ministro de Salud, quién será interpelado al día siguiente por Miguel Crispi (RD). Finalizando el maratón con la interpelación a Ignacio Briones, de Hacienda, por Jaime Mulet del FRVS.
¿Qué implica una interpelación? En términos sencillos, es que se cita en este caso a los ministros en cuestión para dar cuenta de su responsabilidad en determinados puntos. En donde en el caso de Briones, será cuestionado por su rol en cuanto a la reforma tributaria, cifras económicas del país, y la ley de rentas regionales.
¿Y el proceso implica alguna sanción? Ninguna. Más que la de una jornada de discusión en el congreso.
La derecha y su campaña comunicacional
Frente a estos hechos, desde los primeros días de lo que va del año, la derecha ha buscado desplegar una ofensiva comunicacional para blindar y proteger a sus piezas del tablero, tal y como lo han hecho con el Intendente de la Región Metropolitana Felipe Guevara.
Sin embargo, la situación se vuelve mucho más esclarecedoras con las declaraciones de Andrés Allamand (RN) en Twitter, quién afirmó que: "La izquierda impulsa torcidamente acusaciones, interpelaciones y acciones cuyo propósito evidente es generar un clima de ingobernabilidad. ¿En qué quedó el Acuerdo por La Paz y la urgencia de la agenda social?”
Es así que en cuanto sus personeros son puestos en cuestión -como es el caso de las críticas a Carabineros- instantáneamente la derecha contrapone conceptos como el "órden público", "el derecho al tránsito", por sobre discusiones alusivas a los DD.HH. En este caso, la derecha afirma que tocar a sus políticos equivale a sembrar el caos, o una serie de calamidades que parecieran trascender las definiciones de lo ridículo.
Pese a esto, lo esclarecedor que plantea Allamand, es lo que dice entre líneas hacia la "oposición parlamentaria", en espacial hacia el Frente Amplio, a decir "ustedes firmaron con nosotros, no se den vuelta la chaqueta ahora". Una discusión de compromiso político hacia el Frente Amplio y sectores de la exConcertación, buscando imponer sus acuerdos.
Lo que queda fuera en esta interpelación
Sin embargo, lo que queda fuera de este proceso que RD, el PS y el FRVS han anunciado como el ápice de la unidad contra la derecha, es justamente una manera concreta y real de enfrentarla. ¿De qué sirve para aquellas personas que se encuentran movilizadas en la calle, resistiendo la represión de Carabineros y la política de tolerancia 0 de los intendentes piñeristas, si ellos se sientan durante largas horas a decidir si es responsable o no de una cosa que no tendrá ninguna sanción para ellos?
Desde ya que cada uno de los secuaces de Piñera son responsables de la brutalidad que ha dejado a familias sin sus hijos, o incluso sin sus ojos, sin sus dientes, más de 2mil en prisión preventiva. Pero esta responsabilidad no la determinaremos con una interpelación. Ellos son responsables por el simple hecho de estar en el Gobierno.
La verdadera forma de enfrentarlos es haciendo lo que ellos se han empeñado todo este tiempo por evitar, que la gente siga en las calles y su fuerza aumente a un punto en que eche a volar por los aires a todo su sistema y régimen.
Para esto, el Frente Amplio de partida debe dejar de ocupar su tiempo en las cómodas sillas del Congreso, y llamar, de la mano de la Mesa de Unidad Social a un plan de movilización ascendente. Desde cada lugar de trabajo y estudio. Lo mismo las bancadas del Partido Comunista, y la CUT.
Si ellos no llaman a un plan de movilización ascendente, con un paro nacional, para aumentar las fuerzas de la calle para abrirle paso a una huelga general, que paralice todos los sectores productivos, no le harán ningún frente al gobierno represivo, criminalizador y de persecución de Piñera. Y se quedarán en un acto meramente simbólico con la interperlación parlamentaria. |