En estos últimos años, la empresa de Sergio Peréz ha cerrado dos de sus plantas y ha despedido a cientos de trabajadores. Debe sueldos, aguinaldos e indemnizaciones. Mientras el sindicato brilla por su ausencia, crece la bronca de sus trabajadores.
“TSU Cosméticos” ha despedido trabajadores desde el año 2014 con la complicidad del sindicato perfumista quien no ha hecho nada ante el vaciamiento que viene impulsando esta empresa desde hace años. Su dueño, Sergio Pérez quien es hijo del ex presidente del Comité de Regularización de la AFA Armando Peréz, ha despedido cientos de trabajadores durante estos últimos dos años y cerró dos de sus fábricas (Dybelcorp s.a. y Plásticos) para tercerizar el trabajo hacia otras zonas con bajos salarios y malas condiciones laborales.
Hace 10 años había 1000 trabajadores entre las tres plantas y hoy ante estos ataques solo queda la planta de la calle Francia al 3553 en San Martín donde sólo funcionan 300 puestos de trabajo.
Todo sucedió con la complicidad del sindicato perfumista dirigido por Rubén Sandoval quien está ligado a Luis Barrionuevo. No están a la altura de enfrentar el vaciamiento que lleva a cabo la empresa de cosméticos en sus plantas desde el 2014.
La patronal se maneja por fuera de las leyes de trabajo. Tiene obreros fuera de convenio, paga parte de los salarios en negro (en algunos casos hasta el 60 %) y despide a operarios con más de 10 años de antigüedad para tomar jóvenes por contrato indeterminado, aprovechándose de sus necesidades laborales para tenerlos precarizados.
La última tanda de despidos fue en 2018. En relación a los desvinculados, en 2019 la patronal fue tan cara dura que con un sector firmó el 100 % de lo que les correspondía de indemnización pero a otros solo el 50 % o menos incluso. Lo peor es que con el aval del Ministerio de Trabajo cerró estos acuerdos donde las indemnizaciones se pagan en cómodas 12 cuotas.
En diciembre del año pasado se desató un conflicto porque la patronal desde septiembre no cumple con estos acuerdos firmados con las familias despedidas. Por esto, estos últimos han comenzado a organizarse en la puerta de la empresa para reclamar que se les pague lo adeudado. Han realizado dos protestas hasta el momento. En la última acción lograron que los reciba la empresa pero les dijeron cínicamente que no “tenían dinero” y que ellos también “pagaban alquiler y que no llegaban”.
Protesta de despedidos de TSU
Los camiones de TSU siguen saliendo llenos de mercadería todos los días entonces no hay ninguna crisis. Si la hay que la demuestren abriendo los libros de contabilidad. Eso demostraría que vienen ganando millones a costa de la explotación de años de sus trabajadores que ahora ni les quieren pagar.
Los que siguen trabajando también sufren demoras en los pagos de sus salarios y aguinaldos. Estos atropellos son permitidos por el sindicato que en vez de defender los derechos de los trabajadores es cómplice de la patronal. En vez de convocar a una asamblea de los despedidos y los que están adentro para pararle la mano a la patronal, hace oídos sordos a los reclamos de ambos.
Hoy los despedidos siguen en lucha preparando nuevas acciones para pelear por lo que les corresponde. Desde el MAC (Movimiento de Agrupaciones Clasistas) nos solidarizamos con su lucha. Exigimos que se les pague lo que les corresponde, apoyamos la idea de realizar un fondo de lucha para sostener el conflicto y pensamos que la organización entre los que están adentro y los que están afuera y la coordinación con los sectores en lucha es clave para frenar los ataques de la patronal de Sergio Peréz mientras seguimos planteando ¡familias en la calle nunca más!