Tras el comunicado emitido por la Cancillería argentina sobre la crisis en Venezuela, el Gobierno había recibido los saludos de Juan Guaidó y de Elliot Abrams, el vocero de la Casa Blanca. A su vez, había recibido una crítica furiosa por parte de Diosdado Cabello, el expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, quien aseguró: "Argentina dijo una guaidiotez. Verá de que lado se acomoda, si del de los pueblos o de los arrastrados".
Otra de las voces había sido la de Elisa Trotta Gamus, la representante designada por Guaidó en Argentina y que había reconocido el Gobierno de Macri. "Para nosotros es realmente importante este comunicado, lo agradecemos. A partir de este rechazo contundente por parte del Gobierno de la Argentina al golpe que intentó perpetrar Maduro aspiramos a poder construir una relación con este nuevo Gobierno, entablar un diálogo y trabajar no solo en pro de la democracia y de la recuperación de la libertad en Venezuela, sino también de los venezolanos que hoy hacen vida en la Argentina" había sentenciado.
Ahora el Gobierno busca hacer equilibrio y a pesar de su alineamiento con los intereses del Grupo de Lima y de los Estados Unidos intenta despegarse un poco. Así fue que se conoció la decisión de quitarle la credencial a Elisa Trotta Gamus que le otorgaba jerarquía diplomática en la Argentina.
“Me dirijo a usted a los efectos de comunicarle que a partir del dia de la fecha se pone fin a su misión especial en la República Argentina y a sus funciones en el marco de la misma”, se puede leer en la nota que lleva la firma de Mariángeles Bellusci, subdirectora nacional de Ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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