Son 500.000 las trabajadoras de casas particulares que quedan excluidas, las cuales representan apenas un tercio registrado del total de empleadas de este rubro.
La abrumadora mayoría de mujeres que cumplen trabajos de cuidado y limpieza perciben los peores salarios del mercado laboral y dos tercios están en negro.
Las condiciones de trabajo de este sector conllevan jornadas extenuantes que a menudo obliga a miles y miles de mujeres a dejar sus hogares para volver los fines de semana o sólo a dormir. Mientras dejan la vida en el trabajo para sobrevivir con un salario que supera apenas el 25% de la canasta básica familiar, siendo muchas sostén de familia, el gobierno de Alberto Fernández decidió borrarlas de un plumazo del beneficio insuficiente contemplado en el decreto 14/2020.
Es urgente que, además de la pelea por el salario, su sindicato se ponga a la cabeza de la lucha por estar formalmente registradas para poder pelear por mejores condiciones laborales.
La única manera es mediante la organización, como lo hicieron las trabajadoras domésticas de Nordelta, quiénes enfrentaron la discriminación de sus patrones, que no querían compartir el transporte con ellas.
Mientras tanto el sindicato UPACP (Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares) solicitó una reunión con la Comisión Nacional De Trabajo De Casas Particulares para tratar y resolver un ajuste salarial para el sector luego de constatar la exclusión por parte del gobierno en el aumento decretado.
Tiene que haber resolución a favor de las trabajadoras. | 
