En la puerta de la empresa Musimundo ubicada en calle Rivera Indarte casi Colón en pleno centro de la Ciudad de Córdoba, seis trabajadores portan banderas que expresan que son despedidos tercerizados.
La empresa que comercializa productos de electrónica y electrodomésticos aprovecha el beneficio de la flexibilización laboral que desde la década del 90 es utilizado permanentemente en las relaciones económicas que les otorgan ventajas impositivas y de mercado a los sectores poderosos en detrimento de los trabajadores. Uno de esos modos es la tercerización ampliamente difundida en el sector privado y el público.
Los despedidos que llevaban a cabo la protesta en la peatonal fueron contratados en 2015 por la empresa denominada Imbras SRL, la que contrata al personal que desempeña las tareas de distribución para la firma Andesmar. Esta última distribuye los productos que vende Musimundo en la provincia.
Tal como sucede en el mundo del trabajo precarizado, el corte de servicio equivale al despido, a quedar en la calle. Uno de los trabajadores expresó a LiD: “Constantemente despiden a quienes figuran como autónomos, pero a nosotros nos contrata una empresa en la que estamos en relación de dependencia y hemos decidido manifestarnos, y en ese sentido es que nos dirigimos al Ministerio de Trabajo de la Provincia a presentar una demanda”.
Luego agregó: “Además, con frecuencia cubríamos horarios que iban desde las 8 de la mañana a las 23 horas o desde las 10 de la mañana a las 2 am del día siguiente, porque la distribución la hacíamos en lugares muy alejados. Pero nunca nos reconocieron las horas extras”.
Finalmente, los trabajadores que expresaban su reclamo fueron amenazados telefónicamente por un jefe de la firma Andesmar, quien les dijo que iba a llamar al sindicato para que los desaloje porque son estos son como “hermanos nuestros”, lo que sin dudas expresa el carácter policial y de control sobre los trabajadores y trabajadoras que cumplen las organizaciones de los trabajadores burocratizadas a través de sus patotas. | 
