Eran las cinco de la mañana del día martes 21 de abril y la entrada al Parque Industrial Sur ya se encontraba bloqueada producto de un corte encabezado por los valientes obreros de Tyrolit. En tan sólo unos minutos, la ruta de acceso al parque se halló colmada por un centenar de trabajadores que bajaban de los colectivos sorprendidos de lo que estaba sucediendo. “Hace años que no vemos una cosa semejante”, comentaban los trabajadores que de a poco se iban anoticiando del conflicto.
Presionado por los dueños de las fábricas y sus gerentes, el gobierno provincial no tardó en mandar a la policía. Con amenazas e intimidaciones y con la pretensión de identificar a los combativos delegados de base, la policía de la provincia trató (sin éxito) levantar el corte y el bloqueo desde el primer momento.
Sin embargo, la convicción, la fuerza y la enorme resistencia de los obreros de Tyrolit fueron fundamentales para mantener paralizadas todas las fábricas del Parque Industrial Sur por once horas consecutivas.
Las patronales y su gobierno, encabezado por Claudio Poggi, tuvieron que acudir a las fuerzas de comandos especiales para frenar las millonarias pérdidas de dinero que se les estaba produciendo.
Así fue que a las 16 horas, con armamento de última generación, las fuerzas represivas del Estado comenzaron a avanzar hacia la gran columna de trabajadores que se mantenía firme en la medida.
Los obreros de Tyrolit ya sabían lo que tenían que hacer. Retroceder en dirección a la planta, a medida que avanzaran los “hombres armados”. Mirándolos a la cara, bien agarrados los unos de los otros y en columna, los luchadores volvieron a su trinchera, cantando “(…) unidad de los trabajadores y al que no le guste, se jode, se jode (…)”.
Si bien la lucha sigue porque todavía no hay propuestas satisfactorias por parte de la patronal, la clase obrera puntana no podrá olvidar aquél histórico 21 de abril del 2015. |