El 14 de enero de 2020 es la fecha que fijó Microsoft para finalizar el soporte a Windows 7. ¿Qué significa? ¿es necesario pasarse a Windows 10? ¿qué alternativas existen? El secreto de Microsoft.
El fin de soporte para Windows 7, significa que las actualizaciones (en particular de seguridad) que se desarrollan y actualizan de manera permanente, dejarán de realizarse. Desde el punto de vista de la seguridad es importante porque las fallas que se detecten en adelante se dejarán de arreglar, dejando abiertos "agujeros" de seguridad que podrán ser utilizados para atacar las computadoras que tengan esa versión de Windows. Por este motivo entre otros, Microsoft y especialistas en seguridad informática, recomiendan pasarse a Windows 10 a quienes aún tengan Windows 7.
Microsoft apuesta fuerte a su nueva versión de sistema operativo multiplataforma (adaptado a múltiples dispositivos) y orientado a la gestión de recursos y servicios en la "nube". La migración a su nueva versión de sistema operativo, es un importante negocio para Microsoft. En todo el mundo, usuarios, empresas y servicios técnicos vienen trabajando en la migración a la nueva versión del sistema operativo, para lo cual hay que contemplar la capacidad de los equipos y los problemas de licencia.
Dado que Windows 7 ha sido una de las versiones históricamente más estables y amigables, su uso está muy extendido, tanto que a poco de finalizar su soporte todavía hay más de un 25% de computadoras de escritorio que siguen funcionando con esta versión de sistema operativo. Es decir que a poco de finalizar el soporte técnico, una de cada cuatro computadoras todavía tienen Windows 7, de acuerdo a lo que muestran los sitios de estadísticas StatCounter o NetMarketShare.
A pesar de que Microsoft informa oficialmente que los requerimientos para Windows 10, son los mismos que para Windows 7, esto en la práctica no es tan así, ya que la nueva versión de sistema operativo consume más recursos y los equipos más viejos pueden llegar a funcionar con dificultades. Esto provoca que muchos usuarios se vean forzados a comprar un equipo nuevo. Cuestión que es aprovechada por Microsoft para vender los nuevos equipos con el sistema operativo ya instalado(en acuerdo con los fabricantes) y la licencia correspondiente, en particular las notebooks, lo cual encarece más su costo.
Muchos usuarios aprovechan para actualizar el hardware de sus computadoras y tener una computadora más moderna, lo que provocó también una reanimación en las ventas de las computadoras personales. Pero no todos tienen las posibilidades económicas de comprar un nuevo equipo o se sienten cómodos usando Windows 7 y se ven ante la disyuntiva de qué hacer ante el fin del soporte.
En cuanto a las licencias, Microsoft permite la actualización de Windows 7 a Windows 10 aunque no se tenga la licencia. Mientras que para la instalación nueva desde cero, se puede realizar desde el sitio oficial, pero luego habrá que conseguir el "crack" correspondiente (programa para saltar la validación de licencias) que permite usar la nueva versión del sistema operativo sin necesidad de adquirirla. Claro que las versiones no oficiales y los “cracks” agregan un problema de seguridad adicional debido a sus orígenes irregulares y faltas de garantía.
¿Qué alternativas existen?
Antes que nada y para todos los casos, siempre es recomendable tener una copia de seguridad (en algún servicio de almacenamiento o pendrive) de la información personal que queremos preservar de nuestra computadora ante cualquier problema. Una vez tomado este recaudo, que conviene realizar periódicamente, pueden tomarse tres posibles opciones:
1) Pasarse a Windows 10: para los usuarios que quieran seguir usando Windows será lo más recomendable pasarse a Windows 10. Aunque tiene el riesgo de tener problemas de mayor lentitud, si el equipo está en el límite de los requerimientos necesarios.
2) Mantenerse en Windows 7: no es el fin del mundo. Es cierto que el equipo será potencialmente vulnerable a fallas de seguridad por la falta de actualizaciones y soporte como se mencionó anteriormente. A su vez poco a poco, podrán empezar a aparecer aplicaciones que ya no son compatibles con Windows 7. Dicho esto, hay que aclarar también que después del 14 de enero de 2020, las computadoras con Windows 7 seguirán funcionando sin problemas y de la misma manera que lo venían haciendo, como sucedió antes con Windows XP. A su vez, dada la gran cantidad de equipos que aún existen con Windows 7, Microsoft anunció que seguirá dando soporte por un tiempo a quienes lo paguen. Aunque se especula que quienes no paguen podrán también saltear estas restricciones y recibir las actualizaciones más críticas por un tiempo dada la cantidad de equipos del mercado que se mantienen con Windows 7.
3) Pasarse a Linux: una de la opciones más recomendables es pasarse a un sistema operativo libre y gratuito como GNU/Linux que hoy en día tiene distribuciones (variantes) muy amigables, estables como Linux Mint y con una enorme cantidad de aplicaciones libres de primer nivel.
Sus actualizaciones de seguridad se distribuyen de manera permanente y gratuita, pero sobre todo su control es transparente y se prueba por una de las mayores comunidades de usuarios en todo el mundo lo que garantiza mayores niveles de seguridad. Además de que se elimina la necesidad de los antivirus y los problemas que traen aparejados. Las aplicaciones se distribuyen desde un Gestor de Software de manera gratuita y transparente, esto es mucho más seguro que andar buscando aplicaciones por la red de distintos orígenes, con los correspondientes problemas de licencias, “crackeos” y problemas de seguridad asociados.
En particular para computadoras viejas de menor capacidad, otro de los motivos para pasarse a GNU/Linux, es que sus distribuciones hacen mejor uso de los recursos, por lo que se puede convertir una máquina “vieja” o con problemas de lentitud para un Windows 10, en una máquina con un funcionamiento más aceptable, fluido y seguro.
A pesar de estas ventajas, Windows sigue siendo ampliamente más utilizado por distintos motivos, como la existencia de tipos de archivos, drivers(controladores de hardware) y aplicaciones sólo compatibles con Windows, que puede traer problemas a los usuarios de Linux. Otra de las ventajas de Windows es su mejor preparación para videojuegos dado que está especialmente orientado a este tipo de aplicaciones de alto consumo de recursos.
El propio modelo de negocio de Microsoft, desde sus orígenes promueve la venta de licencias pero también la posibilidad de realizar las actualizaciones sin necesidad de tener la licencia para garantizar su monopolio en las computadoras de escritorio, intentando hacer valer sus estándares "cerrados" y la dependencia de sus tecnologías y aplicaciones.
El secreto de Microsoft es utilizar el enorme avance de las mejoras y conocimientos libres y compartidos que se desarrollan de manera permanente en la industria informática para sus propios desarrollos, mientras cobra millonarias sumas por las licencias que pagan las empresas y usuarios por el uso de sus productos, "cerrándolos" sin aportar al desarrollo tecnológico en su conjunto.
Mientras que deja intencionalmente en una supuesta "ilegalidad", a quienes no pagan sus licencias para garantizar su monopolio, cuestión que genera importantes problemas de seguridad para los usuarios que no tienen la licencia, ya que tienen que recurrir a versiones ilegales y cracks sin ningún tipo de garantías.
Las principales empresas del mundo son las tecnológicas como Microsoft, Google, Amazon, Apple o Facebook, que tienen un carácter estratégico para Estados Unidos y están estrechamente vinculadas al Estado norteamericano. En particular con el complejo militar, como lo muestra la reciente disputa por el contrato de Infraestructura de Defensa Empresarial Conjunta (JEDI) con el Pentágono, que en octubre pasado fue adjudicado a Microsoft, bajo protesta de Amazon Web Services que tuvo disputas con Donald Trump.
Microsoft desde los años 80, fue la empresa emblema de la venta de software por licencia de la mano de su sistema operativo Windows. Después de unos años en los que perdió algo de terreno en mano de sus competidores, sin embargo Microsoft parece haber vuelto a ganar terreno convirtiéndose nuevamente en la mayor empresa por su valor en la bolsa a nivel mundial.
Bill Gates, el histórico fundador de la empresa, busca mostrarse "filantrópico" como muchos de los supermillonarios, declarando que los ricos deberían pagar más impuestos. Además de realizar donaciones simbólicas que muchas veces buscan además introducir sus productos en Estados e instituciones educativas contribuyendo a consolidar su monopolio en la industria.
Bajo el capitalismo, las empresas se apropian del conocimiento científico y tecnológico disponible, libre y abierto, sin retribuir nada a cambio, mientras que cierran sus desarrollos e impiden que el conocimiento sea compartido. No es su contribución al desarrollo tecnológico lo que potencia las ganancias extraordinarias de dichas empresas sino su apropiación privada basada en el mecanismo de defensa de sus patentes, licencias y monopolios, que defienden con uñas y dientes mediante un ejército de abogados y políticos a su servicio, frenando la difusión de dichas innovaciones y actuando como freno para otros nuevos potenciales desarrollos.
Son las trabajadoras y trabajadores, profesionales, investigadoras e investigadores que trabajan en estas empresas y en el sector público junto con el conocimiento libre existente, quienes que generan el desarrollo científico y tecnológico en el mundo.
Para potenciar este conocimiento y ponerlo en pos del bienestar social, será necesario terminar con su apropiación privada por parte de unas pocas empresas. Para potenciar la ciencia y la técnica, patrimonio de la humanidad, en función de las necesidades sociales, será necesario expropiar a los expropiadores.