Luego de muchas idas y vueltas el Gobierno firmó el decreto que otorga una suma fija al salario de los empleados públicos. De los $ 9000 con los que se había especulado en un momento, la suma se achicó hasta los $4 000, y en dos tramos ($3000 y $1000), que llegará a las manos de los trabajadores en marzo y abril.
Aquellos que cobren un salario mayor a los $ 60000 en bruto, no percibirán la suma fija. Esto excluye del aumento a aquellos trabajadores y trabajadoras que poseen una categoría B3 o mayor.
El anuncio se queda lejos de dar respuesta a una situación muy crítica desde el punto de vista salarial del sector. Durante los últimos cuatro años, la pérdida del bolsillo de las y los trabajadores estatales fue del 35 %, para quienes tienen la suerte de estar en planta permanente, o en las modalidades de contrataciones anuales dentro del SINEP.
El decreto, cuenta con el visto bueno de las conducciones de los dos principales sindicatos del sector: UPCN y ATE . En el caso de UPCN, continúan fieles a su política de acompañamiento a todo oficialismo, sea del color político que sea. En el caso de ATE, si bien su práctica tradicional es la de firmar en disconformidad los acuerdos paritarios que cierra UPCN, en este caso salió rápidamente a informar (acríticamente) la propuesta del Gobierno.
En el caso del dirigente de ATE Capital, Daniel Catalano, el entusiasmo fue mas allá y aseguró que los estatales estaban “muy conformes” con el anuncio de la suma fija, hablando en nombre de miles de trabajadores/as que tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes.
Viendo los crudos números de la economía de las familias de los trabajadores estatales, la suma fija deja mucho gusto a poco. Lo que nadie dice, ni siquiera las conducciones sindicales, es que esta suma fija viene a cuento de la paritaria 2020, y todos dan por perdido el retraso salarial que quedó del 2019.
Por el momento, la "solidaridad" parece que no le llega a los miles de estatales que aún con suma fija, siguen bajo la línea de la pobreza.
En cambio, el Gobierno sí parece "solidario" con los acreedores para quienes hace el ajuste fiscal buscando garantizarles el pago de la deuda o con las mineras y las petroleras a las que les bajó las retenciones.
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