Con solo leer las noticias sobre Brasil, reflejadas en Esquerda Diário y también en la edición de Argentina, no sorprende esta denuncia de la organización no gubernamental, con sede en Nueva York, dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos.
El informe 2020 es lapidario. En cuanto al medio ambiente la ONG plantea que desde que asumió la presidencia el ultra derechista Jair Bolsonaro, en enero de 2019 hasta que terminó el año, el desmonte del Amazonia aumentó un 80%. A demás asegura que no está cumpliendo los compromisos sobre el cambio climático.
El desmonte del Amazonia se debe a la acción depredadora de las empresas del agropower, que cuentan con el apoyo del Gobierno brasileño. La directora de Human Right Watch (HRW) para Brasil -María Laura Canineu- afirmó al respecto: "El presidente debe parar de debilitar las protecciones ambientales y adoptar medidas decisivas contra las redes criminales que están destruyendo el bosque amazónico".
Se refiere con esto a los paramilitares contratados por esas empresas que amenazan a los pobladores originarios, con el objetivo de echarlos de las tierras donde habitan para poder continuar con el desmonte. Por este motivo, entre noviembre y diciembre del año pasado fueron asesinados tres indígenas.
"El ataque del presidente Bolsonaro a las agencias de fiscalización ambiental está poniendo en riesgo la Amazonia y a aquellos que la defienden", afirmó Canineu en declaraciones a la agencia EFE. El informe indica que Bolsonaro viene dando “carta blanca” a esas redes de paramilitares para actuar en el Amazonia realizando extracciones ilegales de madera (que tiene que ver con la tala indiscriminada de árboles) e invasiones de tierras.
Por otra parte HRW también criticó el proyecto de ley que Bolsonaro envió al Congreso para definir como “legítima defensa” las ejecuciones de la Policía y militares frente a presuntos “delincuentes”, cuando exhiben armas. El informe afirma que “la policía de Río de Janeiro mató a un total de 1.686 personas entre enero y noviembre de 2019”. Lo cataloga de cifra "récord" y lo define como "uso ilegal de la fuerza" y de "abusos policiales".
También denuncia la situación de indefensión en la que está la niñez: “Continúa habiendo problemas crónicos en los centros de detención de niños y niñas en conflicto con la ley, como hacinamiento, malos tratos y falta de acceso a servicios educativos y de salud”.
Otro tanto pasa con las cuestiones de género, ya que es conocida la misoginia de Bolsonaro.
En síntesis, se trata de un informe que viene a confirmar las innumerables denuncias sobre violaciones a las libertades democráticas, asedio contra los pueblos originarios y la violencia machista que es reproducida y legitimada desde el mismo Gobierno y el Estado brasileño. | 
