Como informara este medio, en el mes de julio de 2019, luego de la masacre de Monte, otro crimen conmocionó la vida de la ciudad. Gerónimo Rosales, a quien se lo buscaba hacía 40 días, fue encontrado ahorcado. Circunstancias poco claras rodean su muerte. A siete meses de su muerte, familiares y amigos exigen el esclaracimiento del hecho.
A continuación, el comunicado completo.
“El 21 de junio del 2019 desaparece Gerónimo Rosales. Su pareja le había hecho una denuncia el día anterior por haber abusado de su hija menor de edad. La última persona que lo vio fue su madre entre las 15 y 17 horas. Luego desaparece de forma dudosa, sin poder dar su versión de los hechos a nadie. Ese mismo día se extraen 4400 pesos de su cuenta.
Desde hacía meses atrás, Gerónimo le repetía a una persona muy cercana, que si algo le pasaba había unos papeles de suma importancia indicándole dónde estaban escondidos y remarcando siempre que no le cuente nada a nadie.
La familia denuncia su desaparición dos veces en la comisaría de San Miguel del Monte y otra en el Ministerio de Seguridad. Denuncia, entre otras cosas, la amenaza de muerte por parte de Horacio Pintos, padre de la menor y por último tuvieron que hacer una denuncia por averiguación de causal de muerte.
El 31 de Julio, Gerónimo es encontrado por un vecino; colgado de un tanque, en una casa lindera a la suya. Toda la causa fue manejada y lo es hasta el momento por el fiscal Lisandro Damonte.
¿Quiénes son los padres de la menor?
Horacio Pintos: de familia de policías. Su hermano, policía de Monte, cartero de la fiscalía Nº 1 de Cañuelas, encargado de llevar el correo entre la comisaría de Monte y la fiscalía de Cañuelas.
Luz Soprani: Hija de una funcionaria del Ministerio de Seguridad y ex policía de San Miguel del Monte. Expresa que los peritajes sobre el supuesto abuso dieron positivos, cuando nunca se hizo un examen físico. Hasta el día de hoy se espera fecha para cámara Gesell. Durante la desaparición, Luz tomó posesión de la casa de Gerónimo, cuando esa casa como remarca la escritura era un bien familiar. También tomó su auto, en el que se la veía andando por todo el pueblo.
Luego de que la familia recuperara sus pertenencias, Soprani dejó una amenaza por redes sociales de forma pública advirtiendo “Se van a llevar una sorpresa”, en consecuencia, en poco tiempo, aparece el cuerpo sin vida de Gerónimo.
¿Cómo se sucedieron los hechos posteriores? ¿Qué hizo la policía?
Inicialmente la policía se negó a tomar la denuncia, luego llevó a la familia a ver si Gerónimo estaba en la plaza o en la terminal, al igual que al siguiente día. Con 40 días de desaparición, nunca hicieron un rastrillaje oficial.
Junto a Luz Soprani, cinco patrulleros invaden la casa de Gerónimo, habitada por sus hijas, para desalojarlas sin orden de allanamiento. Luego citan a la familiar de Gerónimo a la comisaria, pidiéndole que entregue la escritura original del inmueble. Una maniobra extraña.
NUNCA solicita las cámaras del Banco Santander para averiguar quién extrajo el dinero. Sí solicita las cámaras del pueblo, pero muy lejos del rango de tiempo en que lo vieron por última vez.
La “justicia” otorga a Luz Soprani dos órdenes de restricción física y mediática para María de los Ángeles y Alejandro Rosales, sin justificativo aparente. Incluso a la fecha, sin haber tenido contacto alguno, Soprani realiza una denuncia en la comisaría por amenaza por parte de María de los Ángeles.
El 31 de julio aparece el cuerpo de Gerónimo. Sin juez asignado, retiran el cuerpo a las 21 hs enviándolo a La Plata y posteriormente, llaman a la familia, donde el comisario Daniel Bogado les comunica que se había ahorcado desde el día uno de su desaparición. CUARENTA días ahorcado, antes de tener los resultados del peritaje.
Realizan la autopsia, de forma ilegal, el 1 de agosto, ya que durante ese lapso NO HABIA JUEZ DESIGNADO. Niegan a la familia reconocer el cuerpo durante horas, tiempo en el que solo querían mostrarles una foto de su brazo.
Finalmente después de mucha tensión, autorizan la entrada del hermano de Gerónimo, pero sin acompañamiento de su abogado, siendo apurado por tres personas dentro del cuarto. Uno era un POLICIA, otro el DIRECTOR DE LA MORGUE y una mujer que trabajaba en el recinto, buscando OBSTRUIR LA OBSERVACION DEL CUERPO, PERTURBANDO Y AMEDRENTANDO AL FAMILIAR. En el peritaje dice que el cuerpo no presenta lesiones llamativas. Resuelven “asfixia por ahorcamiento entre el 12 y 17 de Julio”.
Ese mismo día se filtran fotos y un video de la policía procesando la escena. Se pueden observar cantidad de incongruencias. Usa ropa que no es de él, tiene exactamente la cantidad de plata que Luz Soprani dijo que iba a tener en el bolsillo, ni un peso más ni uno menos, en una billetera nueva que nadie reconoce y el documento, que supuestamente estaba en la fiscalía, apareció en su bolsillo. Tiene heridas en el cuerpo que no se lograron explicar.
La intendenta Sandra Mayol solo pide SILENCIO mediático. Las elecciones estaban cerca y ella ya tiene la causa de la MASACRE DE MONTE, lo que es una muestra de la vía libre e impunidad que goza la policía en Monte y que la desaparición de Gerónimo no se da de forma aislada. Hoy, Mayol trabaja en la fuerza que dirige Massa, y fue designada como tercera directora de la Operadora Ferroviaria SOFSE.
A pedido de la familia se realiza una segunda autopsia, dos meses después de tenerlo en el depósito de la morgue judicial. Informan que murió aproximadamente 20 días luego de su desaparición. Para el fiscal Damonte simplemente se escondió.
Inmediatamente comienzan a presionar a la familia para enterrar el cuerpo, incluso intentan convencer a la Cooperativa de San Miguel del Monte, encargada de los sepelios, que lo entierre sin notificar a la familia.
La familia presentó hace meses su propio perito, Virginia Creimer. El Sistema judicial la niega, al igual que la autopsia que por ley puede hacer, ya que la primera fue ilegal y la segunda fue mal hecha, al no realizar el protocolo de Minnesota, que se aplica en casos donde puede estar implicada una fuerza institucional.
Hacemos responsables a Mayol, intendenta de Monte en el momento de los hechos, a la Policía Bonaerense y al Poder Judicial por todos los manejos para ocultar y encubrirse por la desaparición y posterior asesinato de Gerónimo Rosales. Exigimos que el cuerpo no sea enterrado hasta que la familia conozca la verdad de los hechos y se condene a los responsables.
A 7 meses que la familia sufrió este golpe, aún no parece que estén cerca de saber la verdad y mucho menos de tener justicia por el asesinato y tortura de Gerónimo Rosales. Por eso les pedimos que corran la voz, que esto no puede seguir pasando" |