Una vez más los trabajadores franceses mostraron el rechazo y la disposición a luchar contra la reforma de las jubilaciones propuesta por Macron, que ya tuvo que ceder en el aumento de la edad jubilatoria. La vanguardia de las marchas y diferentes acciones fueron nuevamente los trabajadores del transporte de la región metropolitana de paris (RATP) y ferroviarios (SNCF) a los que se sumaron refineros. Además se movilizaron profesores, médicos y abogados.
La CGT informó que participaron en la jornada de movilización alrededor de 250.000 personas, más de 82.000 en 50 ciudades fuera de París. Hubo al menos 11 manifestantes fueron detenidos. Philippe Martínez, secretario general de la GCT afirmó que el Gobierno no los convenció con el anuncio de mantener la edad jubilatoria en 62 años.
A pesar de estos números y el enorme impetu de la clase trabajadora francesa, las direcciones sindicales, en especial la CGT, sigue sin llamar a generalizar las medidas. Un llamado de estas características podría permitir que los trabajadores del sector privado se sumaran a la lucha, poniendo en jaque lo que resta de la reforma.
El proyecto será presentado oficialmente la semana próxima en una reunión de gabinete, luego de lo que habrá 3 meses de discusiones con distintos sindicatos sobre la financiación del nuevo sistema. La estrategia del Eliseo es pactar con algunos sindicatos un nuevo sistema de pensiones que obligue a los trabajadores a trabajar más para ganar una jubilación menor. Incluso aun está sobre la mesa un posible aumento de la edad jubilatoria.
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