El asesinato de Fernando Baéz Sosa tras una golpiza en patota por un grupo de rugbiers en Villa Gesell despertó una enorme indignación. A tal punto que la Unión Argentina de Rugby consideró necesario emitir un comunicado sobre los hechos. Sin embargo, este sólo generó que la bronca siga creciendo y no es para menos.
El comunicado emitido por la UAR comienza diciendo que "tras los hechos públicamente conocidos de violencia física relacionados con jugadores de rugby, estamos profundamente consternados, por lo cual, consideramos necesario pronunciarnos". Y continúa: "Lamentamos profundamente el fallecimiento (sic) de Fernando Báez Sosa en la localidad de Villa Gesell y queremos expresar nuestra mayor solidaridad para con sus familiares. Es aborrecible que un joven salga a divertirse y termine de esta manera".
Tan sólo estas primeras líneas lograron el repudio masivo que se expresó a través de distintos medios y redes sociales. Fernando no falleció, no fue el sujeto responsable de lo que sucedió: a Fernando lo asesinaron a golpes. No se trató de “hechos de violencia” en donde aparecieron relacionados jugadores de rugby, fue una brutal golpiza por parte de una patota que terminó asesinando a un joven de 19 años que había salido a bailar. Pero la Unión Argentina de Rugby, más preocupada por separar su imagen de lo sucedido que por otra cosa, evita llamar a las cosas por su nombre.
Más aún, el comunicado asegura que “esto no puede volver a suceder en nuestra sociedad” y afirma que para eso se trabajará en “un programa específico de concientización que colabore para que estos casos no sucedan más”.
Ya sobre el final la UAR asegura que los agresores no representan “los valores del rugby” y vuelve a insistir con que la agresión se trataría de un flagelo que atraviesa a toda la sociedad: “Nuestro juego convive con el contacto físico desde muy temprana edad, pero siempre dentro de un claro reglamento. Quienes no lo entiendan de esta manera y usan su fuerza física en detrimento de otro no representan nada del rugby ni sus valores. Son la cara más cruel de un flagelo que atañe a toda la sociedad”.
El repudio fue masivo en las redes:
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