Ahora el proyecto es enviado al Senado y solo después de ser votado en este recinto, que aún puede modificarlo, para luego ser firmado por la presidente Dilma Rousseff. Dilma puede aprobarlo, vetarlo integral o parcialmente.
En el senado, Renan Calheiros ha declarado que es necesario tener una mirada más “global” sobre la cuestión y que no pondrá el proyecto en votación tan rápido como sucedió en la Cámara de Diputados. Al mismo tiempo, comenzaron a surgir algunas voces disonantes entre los empresarios que afirman que del modo en que está planteada la tercerización, será muy onerosa. Es decir, mucha agua aún correrá hasta el destino final del Proyecto de Ley (PL) 4330.
La acción del gobierno en contramano del discurso de los sindicatos oficialistas
El PT y el PCdoB, los dos principales partidos de gobierno con amplia presencia en los sindicatos, hacen el juego doble de intentar salvar su imagen en este momento de crisis.
En los sindicatos responden a la presión desde abajo, que se opone al PL4330 y a cualquier ampliación de la tercerización y reconocen sin duda la tercerización como un gran ataque a los derechos laborales. Hacen actos y paralizaciones nacionales como las del pasado 15 de abril sin movilizar realmente sus fuerzas.
En el Congreso, el PT vota contra las medidas de ataques más explícitos pero su posición como partido no cambia el curso de la votación. Aprovecha la chance para posar y aparecer junto a los sindicatos, en un intento de recomponer su golpeada representatividad. A pesar de esto, en las cuestiones decisivas da continuidad a su política de los últimos 12 años y deja correr el PL 4330. Participó, por ejemplo, sin obstruir de ninguna manera las votaciones de las enmiendas al PL 4330, garantizando su votación final. Solo quedaron fuera el PSOL, además del PCdoB y el Partido Republicano del Orden Social (PROS).
Mientras tanto el PT y la CUT intentan aparecer junto a los trabajadores al oponerse a la tercerización en las actividades-fin, el gobierno actúa de otra forma en el Congreso. Las articulaciones del equipo económico del gobierno se resumen al tema de los impuestos y no fueron acatadas por los diputados. En los próximos días y semanas, con las discusiones en el Senado veremos cuáles con los acuerdos que están siendo construidos en los bastidores entre el gobierno, la oposición, los sindicatos y empresarios. No nos sorprendería que el resultado final fuese un acuerdo donde todos se benefician, menos los trabajadores.
Luchar por el fin de la tercerización
Los principales sindicatos del país, sean oficialistas como la CUT y la CTB, sean opositores como Fuerza Sindical, no se oponen a la tercerización. Solo defienden modelos diferentes. La CUT , en la práctica, junto al PT, defiende mantener todo como está; Fuerza Sindical, en miras de aumentar el número de afiliados en sus sindicatos con la multiplicación de empresas tercerizadas, defiende el proyecto de ley.
Ni la ampliación, ni la preservación de la tercerización. Nuestra movilización parte de la lucha contra el PL 4330, pero no debería restringirse a eso. Para unificar al conjunto de los trabajadores en esta lucha es necesario incorporar las demandas de aquellos que ya están tercerizados. La bandera de igual derechos para los tercerizados, incorporación a los convenios colectivos de los efectivos y efectivización de todos los tercerizados sin necesidad de concursos en el caso de las empresas públicas, son fundamentales en este momento. |
