El viernes pasado la sesión donde debía votarse el presupuesto 2020 y el aumento del boleto de colectivos en casi un 30%, terminó en escándalo gracias a las maniobras del oficialismo (Juntos por el Cambio) para obtener el quórum que le permitía dicha votación.
Ayer lunes, se convocó a una movilización frente a la Municipalidad en rechazo de este nuevo aumento que lleva a casi 40$ la tarifa básica de colectivos. Participaron la Comisión de Usuarios Testigos (que no tiene representación oficial en el Municipio al no haber todavía una ordenanza que le otorgue voz y voto en el HCD y durante todo este tiempo, solo se dedicó a controlar el recorrido de los colectivos), organismos políticos de izquierda y un numeroso grupo de ciudadanos quienes cortaron la calle Alsina frente al Palacio Municipal y dialogaron con los distintos medios locales tratando de visibilizar el reclamo.
Si bien el Frente de Todos y la concejala Gabriela Schieda del monobloque Arturo Illia el día de la votación del aumento no dieron quórum y calificaron la maniobra como un “mamarracho institucional”, la “oposición” reduce la pelea contra el ajuste al interior del recinto o en la justicia, sembrando confianza en la salida parlamentaria del Concejo sin desarrollar la movilización en las calles.
Por su parte, el oficialismo apeló a la Ley Orgánica de las Municipalidades y “determinó” que Schieda se encontraba ausente para reemplazarla por la concejala suplente, Anabella Castillo, quien votó con el oficialismo.
El aumento de la tarifa es impulsado por el intendente Héctor Gay pero también por la UTA de Bahía Blanca que había llamado a un paro por la demora en su aprobación. La dirigencia de la UTA se pone del lado de las empresas que exige aumentar aún más a quienes pagamos una tarifa que ya nos complica la vida. La solución que proponen a la crisis consiste en trasladar la crisis al bolsillo del usuario en lugar de tocar las ganancias de los empresarios, una lógica alineada con el criterio de "solidaridad" que viene desarrollando el gobierno nacional de Fernández y el kirchnerismo. No olvidemos que el secretario general del sindicato es Ricardo Pera del riñón del peronismo, ex concejal y candidato varias veces por el peronismo.
Por su parte, El bloque del Frente de todos junto a la edil del monobloque Arturo Illia lo que impulsan es el congelamiento de la tarifa actual, que ya de por sí es cara para el bolsillo del laburante. Cuando este aumento fue votado el 4 de enero de 2019, la oposición dio el quórum necesario para la sesión. También se incluyó una cláusula que obligó a revisar el valor del pasaje a mediados del 2019, permitiendo que se pueda aprobar un nuevo aumento. Hace un año atrás los sindicatos dirigidos por el peronismo y kirchnerismo no llamaron ni a paro ni a movilizar para enfrentar el ajuste. Hoy, tampoco.
Nosotres sabemos bien que no podemos ganar la pelea dentro del recinto sin desarrollar la lucha en las calles. Es necesario lograr la más amplia movilización para dar marcha atrás el boletazo, apoyando a los trabajadores del transporte que sufren como el resto el ajuste brutal. Pero, también para exigir a las empresas la apertura de los libros contables y ver qué hacen con los cientos de millones de pesos en subsidios que reciben todos los años.
Hay que fortalecer una verdadera coordinadora que tenga en sus manos la decisión del precio de los pasajes y la administración de los millonarios subsidios, sumando trabajadores y trabajadoras del transporte (choferes, administrativos, mecánicos, mantenimiento y demás trabajadores del servicio) y donde tenga voz y voto los usuarios asesorados por especialistas de las universidades en áreas de transporte, movilidad, desarrollo urbano y ambiental.
De esta manera, se puede obtener un servicio de calidad que no sea en función de la ganancia de un puñado de empresarios sino en función del interés de la mayoría de los trabajadores. |