Estamos en días cruciales para decidir si estallar o no la huelga en la Universidad Autónoma Metropolitana. Las autoridades tienen una postura clara desde la huelga del año pasado: desplegaron un hostigamiento laboral que tuvo como pico máximo el levantamiento de actas a 5 trabajadores del CENDI 2, se negaron a cumplir los acuerdos firmados para levantar la huelga y hoy muestran una cerrazón para no cumplir nuestras demandas en la presente revisión contractual y salarial.
Pese a la dura lucha que dimos, las autoridades continuaron violando sistemáticamente nuestro Contrato Colectivo de Trabajo. Intentaron profundizar la, ya de por sí, escandalosa precariedad de los académicos temporales, que representan el 25% de la planilla docente y dan cerca de un tercio de las clases que ofrece nuestra universidad. En este periodo de negociación, se han negado a mejorar la oferta de aumento salarial y son renuentes a aceptar y darle salida a las violaciones al CCT, incluso niegan la demanda interna y nos tildan de mentirosos.
El incumplimiento de las autoridades es la que vulnera el derecho a una educación de calidad para nuestros estudiantes, esas autoridades que se jactan de apegarse con la austeridad republicana tras “ajustarse el sueldo” para seguir ganando millones, son las que desvían recursos de las unidades para terminar obras, mientras los estudiantes toman clases en gallineros.
El rector Eduardo Peñalosa que tras la austeridad republicana gana 1 millón 648mil 992 pesos al año, es quien dice que no es posible que los trabajadores exijamos un salario que cubra nuestras necesidades básicas que, según datos del INEGI, necesitaríamos un mínimo de 10mil 638 pesos al mes para poder cubrir los gastos básicos de un hogar. Es decir, del escalafón 1 al 11 no alcanzamos dicha cantidad, mientras la casta dorada sigue percibiendo sueldos millonarios.
Ellos son los culpables de que en una de las universidades más importantes del país, se lapiden los derechos laborales a punta de subcontratación, que nuestros estudiantes estudien en condiciones deplorables, que no puedan acceder a las tres comidas básicas, que exista un acervo bibliotecario muy reducido y en ocasiones, obsoleto, que se impongan el hostigamiento laboral y sexual para disuadir la libertad de organización sindical.
Vamos por un sí a la huelga
Nosotros como trabajadores, venimos de una huelga histórica, que nos demostró la fuerza que tenemos como organización sindical.
Miles de sindicalizados cargamos con el peso económico de asumir la huelga, porque estábamos convencidos de que era el único método capaz de arrancar nuestras demandas e incluso posterior a la misma, sufrimos hostigamiento, cargas excesivas de trabajo, entre otros mecanismos para disuadir nuestra organización y nuestras ganas de luchar.
Y hoy nuestra dirección sindical asume que la huelga va a construirse de la noche a la mañana, entorpece nuestro proceso de revisión contractual y salarial, violando acuerdos emanados de nuestras instancias, poco hace por informar a la base trabajadora y convencer de que el único camino viable para enfrentar la cerrazón de las autoridades es fortalecer la organización desde la base trabajadora. Tras una histórica huelga, el trabajo de base, la vida democrática, política y sindical en el SITUAM, están lejos de haber avanzado.
Las y los trabajadores que formamos la agrupación clasista Contracorriente estamos por democratizar el sindicato, que las decisiones sean tomadas desde la base, que se respeten los acuerdos emanados de los CGD y comités de huelga por lo que estamos por el sí a la huelga pero desde la base
Es urgente que comencemos a discutir cómo integrar al conjunto de nuestros compañeros a las asambleas departamentales y seccionales, la pelea por mejores condiciones laborales y salariales es de todas y todos, masifiquemos nuestros órganos de decisión y desde ahí apostémonos a construir las condiciones para un estallamiento de huelga que verdaderamente nos lleve a arrancar nuestras demandas.
Sólo la participación masiva de la base trabajadora va a lograr doblarles la mano a las autoridades. Pero tenemos que ser conscientes de que si no actuamos hoy, corremos el riesgo de que se fortalezca el bajo ánimo y la pasividad y que lleguemos al fin de una revisión contractual que dé continuidad a la violación sistemática de los acuerdos de esta y las anteriores revisiones contractuales y que nuestro salario siga siendo castigado.
Compañeras y compañeros del SITUAM, siempre será mejor luchar que esperar pacientemente a que las autoridades tengan mejor disposición a negociar, porque no lo van a hacer. Las nuevas generaciones ( inyectando vida al sindicato, no permitiendo que sigan con los mismos mecanismos burocráticos que entorpecen la vida sindical) y lo mejor de la tradición del SITUAM tenemos que dar un paso al frente organicémonos por la democratización del sindicato y al exterior por el cumplimiento de nuestras demandas, sí a la huelga.
Fortalezcamos desde la base a nuestro sindicato y exijamos un contundente llamado a la Nueva Central de Trabajadores, a la Unión Nacional de Trabajadores y a los sindicatos universitarios de la CNSUECIC, la CONTU y la FNSU que se pongan al frente le construir un plan de lucha unificado en defensa de las condiciones laborales del gremio universitario, por más presupuesto al sector educativo y el alto a los recortes y despidos producto de la austeridad republicana en ciencia, salud, tecnología y cultura, así como por romper el tope salarial y recuperar nuestro poder adquisitivo. |