El genocida José Néstor Maidana, condenado a 22 años de prisión por delitos de lesa humanidad, goza de libertad desde este 15 de enero a pesar de la negativa del Ministerio Público Fiscal. Asimismo un informe psicológico de peritos de la Corte Suprema sostiene que en libertad “puede incurrir en riesgos para terceros”. La misma postura tienen la esposa y el hijo del exrepresor.
El tribunal oral federal 4, a cargo durante la feria de la jueza Sabrina Namer, concedió el beneficio de libertad condicional a Maidana ex agente penitenciario que fue condenado en julio de 2011 por "privación ilegítima de la libertad cometida por un funcionario público con abuso de sus funciones agravada por mediar violencia y amenazas y por haber durado más de un mes, reiterado en 65 oportunidades, privación ilegítima de la libertad reiterado en 26 oportunidades, en concurso real con el de imposición de tormentos agravados por condición de perseguido político de la víctima".
Fue condenado a 22 años y seis meses de prisión en julio de 2011 , sentencia que quedó firme en septiembre de ese año."Al ser la privación ilegítima de la libertad y la aplicación de tormentos delitos permanentes, no quedan dudas de que los agentes del Servicio Penitenciario Federal (entre ellos Maidana), en su calidad de guardias del centro clandestino de detención Vesubio, desplegaron actividades comunes y acordes al plan general del Ejército, asegurando y manteniendo las condiciones de detención de los cautivos, por lo cual, co-dominaron funcional y sucesivamente los hechos, y de esta forma deberán responder penalmente", sostuvo el fallo, confirmado por la Cámara Federal de Casación.
En calidad de oficial del Servicio Penitenciario, Maidana ofició de guardiacárceles en el centro clandestino del Vesubio, que dependía del I Cuerpo de Ejército, cuyo jefe era el general Guillermo Suárez Mason. Este centro clandestino funcionó, según testimonios, incluso antes de abril de 1976 y estaba ubicado en el cruce de Camino de Cintura y la autopista Riccheri, partido bonaerense de La Matanza. Por allí pasaros entre 2.500 y 3.000 detenidos y secuestrados antes de ser desaparecidos o asesinados.
En este sentido debemos destacar que dichos delitos, que cometió Maidana no son solamente “graves” por su tipificación en tratados internacionales, sino que se trata de crímenes aberrantes como agente del aparato represivo del Estado durante la última dictadura cívico-militar, que diseñó y ejecutó un plan sistemático de persecución y eliminación de un sector perteneciente a una clase social antagónica a sus intereses.
Libertad condicional como manto para la impunidad
La jueza jueza Sabrina Namer que concedió el beneficio de libertad condicional desoyó el dictamen en contra del Ministerio Público Fiscal, un informe psicológico de peritos de la Corte Suprema y la postura de la esposa y el hijo del exrepresor, además no pondero la evidente gravedad de los delitos cometidos, sumado a las consecuencias de los mismos.
Los especialistas de la Corte Suprema concluyeron que, si bien Maidana “asume conscientemente sentimientos de arrepentimiento por los hechos por los que ha sido condenado (...) aún subsisten en su subjetividad y en su matriz vincular elementos agresivos y coactivos que no resultan, desde la disciplina de la Psicología, propiciatorios para el mantenimiento de vínculos saludables, estimándose que puede incurrir en riesgo para terceros”. Por último, remarcaron que “tampoco ha realizado un tratamiento psicológico que conlleve un proceso de involucramiento subjetivo de sus acciones relativas a los hechos por los que cumple condena”.
Su esposa Alvira del Carmen Alaniz y su hijo Néstor Gonzalo Maidana informaron al Consejo Correccional, que realizó el informe social para la liberación de Maidana, “su malestar” en relación a las actitudes que Maidana tenía para con ellos, entre las cuales enumeraron “descalificaciones insultos y escenas celos”. Así, manifestaron “ciertos miedos a la reacción que pueda llegar a tener el mismo”.
Pese a esos datos, y teniendo en cuenta la “conducta ejemplar” del genocida intramuros, los consejeros votaron “por unanimidad” a favor de su incorporación al período de libertad condicional, puntualiza el fallo del TOF 4. Consideraron que Maidana cuenta con “un pronóstico de reinserción social favorable”.
A pesar de todos los argumentos en contra para su liberación, para la jueza fue determinante en la decisión el testimonio de la hija de Maidana, Mónica Alaniz, quien relativizó las “descalificaciones, insultos y escenas de celos” que su hermano y madre denunciaron en el documento elaborado por el Consejo Correccional.
En este sentido afirmaron tener “ciertos miedos a la reacción que pueda llegar a tener” José Maidana una vez que se encuentra en libertad. Sin embargo, para Alaniz la razón del “malestar” manifestado por sus familiares era “que habían pasado mucho tiempo separados por la detención”. Desde hace una semana el represor se encuentra viviendo con su hija en Adrogué por donde se pasea libremente.
Vivirá en la casa de su hija Mónica Daniela, en la localidad de Adrogué. Sólo acompañado por ella podrá acudir al domicilio de su esposa y deberá "evitar situaciones de conflicto que se eleven por encima del normal desenvolvimiento de una familia y, en especial, que puedan ser enmarcadas dentro de violencia de género o familiar". |