En su visita a la localidad de La Esperanza, el funcionario nacional, hijo del histórico dirigente justicialista Antonio Cafiero y tío del actual Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, se refirió a la situación de diversas cooperativas situadas en el Ramal, pero evitó pronunciarse sobre uno de los problemas más acuciantes: la situación del Ingenio, su futuro, la posición del gobierno nacional frente a la venta fraudulenta del mismo o qué piensa hacer para investigar la explosión que se llevó la vida de ocho trabajadores azucareros.
Con el Ingenio tampoco hay grieta
El silencio sobre el tema fue compartido por todo el arco de dirigentes peronistas y del titular del sindicato, Sergio Juarez, a pesar de que la reunión se realizó en la sede sindical.
Sin embargo, este silencio no es una sorpresa, ya que los planes de vaciamiento, despidos y entrega del Ingenio que llevó adelante Gerardo Morales no hubieran sido posibles sin el rol cómplice del peronismo (que entre otras cuestiones, le votó la ley otorgándole a Morales poderes especiales para despedir y vender el Ingenio) y de la conducción del sindicato, que se viene a limitando a realizar denuncias sin realizar ninguna medida de fuerza, a pesar que las condiciones laborales de los trabajadores fueron violentadas sistemáticamente.
La industria de la miseria
En lo que tampoco parecería haber grieta entre el gobierno nacional y el de Gerardo Morales es respecto al ámbito laboral. Es que mientras en Jujuy día a día se pierden puestos de trabajo en el sector privado, la única respuesta que tienen es la asistencia social o la economía social, que en realidad no es otra cosa que la institucionalización de la precarización laboral.
Lejos de plantearlo como una salida temporal y paliativa, tanto Cafiero como los dirigentes peronistas plantearon que el cooperativismo debía transformarse en un nuevo motor de la economía. Si bien el sector cooperativista representa alrededor del 10% del PBI y emplea casi 1,5 millones de trabajadores, más de un 70% responde a cooperativas de trabajo surgidas como respuesta estatal a los altos índices de desocupación y que fueron reemplazando los planes sociales. Dichas cooperativas, por ejemplo, tienen salarios muy por debajo de los convenios por sector y carecen prácticamente de derechos laborales. ¿es ese el modelo del gobierno nacional?
Una salida favorable a los trabajadores del propio Ingenio, a los obreros despedidos y de las cooperativas de trabajo pasaría por poner en el centro la pelea común por la expropiación y estatización sin pago de La Esperanza, para ponerlo a producir bajo gestión obrera, retomando la experiencia del control obrero del año 1999. Esto no sólo permitiría reactivar la producción del ingenio sino también generar cientos de nuevos puestos de trabajo para los más de 300 azucareros despedidos en 2017 así como para los trabajadores de las cooperativas y de la "economía popular". Y fortalecería lazos para luchar en común por exigir al Estado y las patronales la creación de puestos de trabajo genuino "para todos", retomando la consigna levantada por los movimientos piqueteros en los años 90. |