Este miércoles el presidente argentino Alberto Fernández anunció desde el Instituto de Estudios Políticos de París que enviará al Congreso un proyecto de ley para “despenalizar el aborto”, ya que se trata de un tema a resolver “desde la salud pública”. En ese marco, afirmó que la “discusión del aborto es parte de una discusión hipócrita”.
En su reciente visita a Roma el mandatario eludió mencionar el tema en su reunión con el papa Francisco, aunque no pudo evitar escuchar en silencio el “consejo” del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, de que el Gobierno argentino procure proteger “la vida desde su concepción”. El hecho generó una polémica de la que se hablaría todo ese día.
Si bien Fernández elige, nada inocentemente, hablar de “despenalización” y no de “legalización” de la interrupción voluntaria del embarazo (ILE) y que el proyecto que presentaría difiere del que impulsa hace años la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito; la Iglesia católica está dispuesta a dar su pelea oscurantista y antiderechos minuto a minuto y paso a paso.
Apenas conocidas las declaraciones de Fernández sobre el aborto, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) lanzó una campaña para convertir el próximo 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, en una jornada contra el derecho elemental de la mitad de la población a decidir sobre sus propios cuerpos.
Con más de un mes de anticipación y bajo el lema “Sí a las mujeres, sí a la vida”, la Comisión Ejecutiva de la CEA Conferencia Episcopal Argentina ya está convocando a una “misa” en la basílica de Luján para el domingo 8 de marzo a las 11 de la mañana.
La convocatoria lanzada este miércoles lleva la firma de la plana mayor de la CEA: su presidente Oscar Ojea, su vicepresidente primero Mario Poli, su vicepresidente segundo Marcelo Colombo y su secretario general Carlos Malfa. En ella, los monseñores llaman “a todos los obispos argentinos a concelebrar la Eucaristía para pedir por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”. Y aclaran, por si hacía falta, que “la celebración será en el marco del Día Internacional de la Mujer y con motivo del anunciado tratamiento legislativo del proyecto de legalización del aborto”.
Fiel al estilo manipulador y conspiranoico que siempre ha caracterizado a la jerarquía católica argentina (y con el que justificó hasta genocidios en nombre de la “paz y el amor”), la cúpula de la CEA invita desde ahora “a todo el Pueblo de Dios y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse en esta plegaria común por la vida junto a la Virgen de Luján, patrona del pueblo argentino”.
Como quien no quiere la cosa, los obispos y cardenales sentencian que toda persona “de buena voluntad” deberá plantarse contra el derecho elemental de las mujeres o no será de buena voluntad. Supuestamente, esa sería la palabra de Dios. Amén. |