A través de su cuenta de Twitter el subsecretario del Trabajo Fernando Arab, tuvo que desmentir una publicación realizada el día 4 de febrero en el que anunciaba la “buena noticia”. Ésta indicaría que el número de despidos por necesidad de la empresa, en el mes de enero 2020, había disminuido considerablemente comparado con el mismo período del año pasado.
En una primera instancia, Arab señaló que este tipo de despido totalizaron 37.790 para enero recién pasado, lo que implicaba una disminución del 20,4% al compararse con el mismo mes del año anterior (47.260 despidos), sin embargo, dos días después de la publicación original, rápidamente el subsecretario tuvo que salir a aclarar públicamente que había un error en estas cifras, explicando que se debió a una “confusión” de cifras debido a un cambio de metodología en la medición.
Desde este primero de enero, la Dirección del Trabajo, cambió la forma de medición ya que antes se consideraba la fecha en que el empleador le informaba al trabajador que era despedido (notificación por carta) y ahora se utiliza la fecha en que el trabajador oficialmente deja su puesto.
Las cifras reales son muy distintas a las que “confundió” Arab. Mientras en su tweet, celebraba la supuesta disminución y llamaba a “seguir avanzando en medidas pro empleo, pues detrás de estas cifras hay familias”, la realidad es que los despidos por necesidades de la empresa en enero alcanzaron un total de 132.551, es decir, aumentó un 180.5% (casi el doble), y si lo comparamos con el mes anterior, diciembre 2019, el incremento llega al 30.2%.
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Observando retrospectivamente desde el pasado 19 de octubre el total de las desvinculaciones por necesidad de la empresa asciende a 37.840, así como también la cifra correspondiente a enero es más alta que el promedio mensual relativa a despidos por este motivo, el que corresponde a casi 41.000.
Las cifras anteriores muestran que las demandas por una vida más digna que ha levantado todo Chile, desde la revuelta popular han sido completamente ignoradas. Más aún, las empresas han utilizado como excusa las movilizaciones para descargar sobre las y los trabajadores su crisis, pues no están dispuestos a dejar de enriquecerse a costa del sufrimiento, precarización y explotación del pueblo pobre.
NUESTRAS VIDAS VALEN MÁS QUE SUS GANANCIAS!
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