Era una grande. Zorrilla participó de numerosos teleteatros y la escena la disfrutó durante décadas como actriz, directora, productora y hasta puestista de ópera.
La actriz se despidió de la actuación al cumplir 90 años con "Las d’enfrente", de Federico Mertens, una obra de teatro leído con la que recorrió el país.
Debutó en teatro independiente en 1943 en el grupo Ars Pulcra, de la Asociación de Estudiantes Católicos del Uruguay, con la obra "La Anunciación a María" de Paul Claudel.
En 1971 se estableció en Buenos Aires, donde Lautaro Murúa la convocó para el papel de doña Natividad en "Un guapo del 900" y desde entonces realizó numerosos trabajos como actriz y directora.
Estudió en la Real Academia de Arte Dramático de Londres, donde fue dirigida por la griega Katina Paxinou, y en 1960 interpretó a una madre de familia en "Rocco y sus hermanos", de Luchino Visconti.
A su regreso a Montevideo, su valuación artística comenzó a crecer con obras como "Una familia feliz", "La Celestina", "Bodas de sangre", "Tres hombres y una mujer", "Sueño de una noche de verano" y "Romeo y Julieta", varias de ellas con dirección de Margarita Xirgu.
También actuó bajo las órdenes de los argentinos Armando Discépolo en "Locos de verano" y Orestes Caviglia en "Nuestro pueblo", y tras su paso por la Comedia Nacional fundó el Teatro de la Ciudad de Montevideo, junto a Antonio Larreta y Enrique Guarnero.
En un breve lapso en Nueva York, Zorrilla fue profesora de francés, secretaria de una agencia de teatro y representó "Canciones para mirar", de María Elena Walsh, junto a su compatriota Carlos Perciavalle.
Con el elenco uruguayo del Teatro de la Ciudad de Montevideo viajó a Buenos Aires, Madrid y París, adaptó, produjo y dirigió obras, y debutó como corresponsal del diario El País de Montevideo, para el que cubrió el Festival de Cannes y otros acontecimientos artísticos internacionales.
En Buenos Aires actuó también en "La maffia", de Leopoldo Torre Nilsson, e hizo un espectacular reemplazo teatral de Ana María Campoy en "Las mariposas son libres", junto a Rodolfo Bebán y la debutante Susana Giménez. Filmó más de 40 películas, entre ellas "Heroína", "Señora de nadie", "Pubis angelical" y "Pobre mariposa", de Raúl de la Torre; "Las venganzas de Beto Sánchez", de Héctor Olivera; "Los gauchos judíos", de Juan José Jusid; "La tregua" y "Tres de corazones", de Sergio Renán; "Triángulo de cuatro", de Fernando Ayala; y "Ultimos días de la víctima", de Adolfo Artistarain.
La lista sigue con el éxito de "Esperando la carroza", de Alejandro Doria; "La peste", de Luis Puenzo; "La nave de los locos", de Ricardo Wullicher; "Besos en la frente", de Carlos Galettini; "Conversaciones con mamá", de Santiago Carlos Oves; y "Elsa & Fred", de Marcos Carnevale, entre otros.
En 1975 Zorrilla dirigió "El barbero de Sevilla" de Rossini en el viejo Teatro Argentino de La Plata (Argentina).
En la televisión argentina apareció en recordadas producciones del ciclo "Alta comedia", un especial donde interpretó siete heroínas del teatro universal y otros ciclos unitarios como "Atreverse", "Mi mamá me ama" y "La salud de los enfermos dirigidos".
La actriz es muy recordada por su actuación en el monólogo "Emily", que le permitió un retorno triunfal a su país natal en 1984.
En 1999 estrenó la obra que ella misma reconocería como su trabajo más importante: "El camino a la Meca", de Athol Fugard, por el que recibió varios premios.
Redacción ID /DyN |