La paritaria docente es un caso testigo. Marca la expectativa de un sector de la clase trabajadora y también lo que están dispuestos a ceder los empresarios o el propio Estado como empleador.
Es el caso de Santa Cruz. La gobernadora Alicia Kirchner ofreció una suma fija de 2000 pesos a pagar en marzo. La comisión directiva de Adosac (Asociación de Docentes de Santa Cruz) rechazó el ofrecimiento. Dice que es “una provocación” y aseguraron que "pone en riesgo el inicio del ciclo lectivo”, que tendría que comenzar el 2 de marzo.
El secretario general de Adosac provincial, Pedro Cormack, dijo en conferencia de prensa que para el gremio “existen los recursos para hacer una mejor propuesta” y “lo que ha hecho el Consejo Provincial de Educación (CPE) es una propuesta salarial de ajuste”.
El argumento que plantea el gobierno provincial iría en sintonía con la línea del gobierno nacional de "reducir la brecha" entre "el trabajador que más gana y el que menos gana". Pero lejos de implicar un mejoramiento de las condiciones salariales del conjunto de la docencia, implica un "achatamiento" de sus ingresos. Lejos de imponerle una "solidaridad" a las petroleras, mineras y pesqueras que saquean Santa Cruz, se propone una redistribución entre los propios trabajadores y trabajadores en clave de ajuste.
En una entrevista radial, Cormack además denunció “el ajuste brutal en los últimos años en Santa Cruz, que hemos pagado todos los trabajadores”. Allí remarcó que “no está garantizado el inicio de clases en Santa Cruz”.
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