Miles de personas se concentraron en la tarde de este martes frente al Congreso Nacional. Lo hicieron para exigir justicia por el asesinato de Fernando Báez Sosa. El joven fue asesinado a golpes en Villa Gesell por un grupo de 10 jugadores de rugby.
En el acto se leyó un discurso contra la violencia y por todas las víctimas de situaciones violentas. El texto -según informó la agencia Télam- señala que “la violencia es un flagelo que arrasa y destruye sin distinción alguna. No hay religión, clase social, nacionalidad, raza o edad que la frene. Por eso tenemos que decir basta de violencia, con energía y decisión para que se escuche en cada rincón de la Argentina".
La movilización tuvo lugar en el marco del enorme clima de conmoción que despertó el asesinato del joven. El hecho puso en discusión los llamados "valores" del rugby. Pero además abrió múltiples debates acerca de la masculinidad y su relación con la violencia, las actitudes racistas, las formas de autoafirmación de sectores de la juventud y la forma en que determinadas prácticas legitiman concepciones culturales, estrechamente marcadas por el patriarcado.
En las últimas semanas, a medida que se conocían los hechos con mayor detalle, creció el malestar contra quienes llevaron adelante el asesinato. La actitud tomada por los rugbiers en el momento en que asesinaron a Fernando hizo crecer la bronca social contra los autores del crimen de Gesell.
Sobre esa base, los grandes medios de comunicación y múltiples sectores impulsaron una campaña crecientemente punitivista que exige o reclama un castigo brutal contra los rugbiers.
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