Abogados, trabajadores del transporte, de la educación y controladores de tránsito aéreo entre otros se declararon en huelga y salieron junto a miles de manifestantes a las calles de las principales ciudades de Francia. La convocatoria realizada por la intersindical que agrupa a varios de los principales sindicatos, tiene lugar a pocos días del inicio del tratamiento parlamentario de la rechazada reforma jubilatoria impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron.
El lunes, cuando entró en estado parlamentario el debate de la reforma algunos de los trabajadores de base del transporte metropolitano de París (RATP) junto a ferroviarios y chalecos amarillos, protagonizaron una movilización más pequeña ya que las direcciones sindicales se habían negado a convocar ese día con la excusa de que ya estaba planificada la movilización de este jueves.
Los principales dirigentes sindicales vienen espaciando no solo las jornadas de movilizaciones sino también debilitando el llamado a huelgas, que en muchos casos queda en manos de los trabajadores de base que son los que, mostrando una importante determinación de continuar la lucha, mantienen las paralizaciones.
Este es particularmente el caso del transporte público que, en muchas ciudades de Francia, participó este jueves en la movilización provocando una paralización de hecho. De esta manera al RATP que es la red de transporte de París, se sumaron este jueves varias de las empresas de transporte de las principales ciudades.
De la jornada de este jueves también participaron los ferroviarios (SNCF) y los trabajadores de la energía, junto a trabajadores de la educación y estudiantes.
El impulso de trabajadores, estudiantes, jóvenes y chalecos amarillos, sigue siendo importante a pesar del tiempo que ha transcurrido desde que comenzó el movimiento contra la reforma el pasado 5 de diciembre, y del rol de las direcciones sindicales que van desde las colaboracionistas con el gobierno de Macron, como la CFDT, que directamente se niegan a llamar a las jornadas de lucha o a las huelgas, pasando por aquellas que depositan confianza en una mesa de diálogo con el Gobierno, hasta las que se ubican más combativas, como la CGT, pero se niegan a llamar a una huelga por tiempo indeterminado en los sectores estratégicos para derrotar la reforma jubilatoria.
Ante la ausencia de un plan de lucha de parte de la dirección sindical, algunos huelguistas están comenzando a coordinarse para prepararse para un retorno de huelga indefinida. Es el caso de la CGT Energie Paris, de los refinadores petroleros de Grandpuits y la Coordinación RATP-SNCF que lanzó su llamado nacional esta semana para una reunión para prepararse para la huelga general.
Es que la perspectiva de un retorno a la huelga y convertirla en indeterminada parece ser a los ojos de cada vez más trabajadores la única opción creíble para torcerle el brazo a Macron. A pesar de la política de las direcciones sindicales, una parte de esos trabajadores parecen estar decididos a lograrlo. |