El pasado 18 de octubre se dio inicio a la revuelta social ante la inevitable crisis del modelo económico neoliberal impuesto a base de violencia histórica contra nuestro pueblo, desde ese momento el Ejecutivo ha buscado cada vía posible para disminuir los efectos que ha conllevado el grito de la ciudadanía contra el empobrecimiento, el abuso y la injusticia. Es el “acuerdo por la paz” firmado a puertas cerradas, por los mismos partidos políticos cuestionados por su complicidad ante las violaciones a la dignidad de mujeres y hombres del pueblo, lo que busca descomprimir el conflicto de una vez por todas mediante una falsa asamblea constituyente.
Ante esto, debemos oponernos a conformarnos con los términos de este proceso constituyente, ¿por qué?:
Porque lo reconocemos como un proceso viciado cuyos mecanismos propuestos no tienen cabida en una evidente crisis de legitimidad de las instituciones del Estado, y que además se apropia del poder constituyente originario que pertenece al pueblo que desde los primeros días de la revuelta ha exigido una Asamblea Constituyente libre y soberana con total unanimidad.
El quórum de ⅔ pactado sólo respalda a las tres fuerzas políticas que coexisten en el poder y que evitará que la toma de decisiones sea realmente representativa de las necesidades de las personas.
Este proceso se desprende del gobierno de Sebastián Piñera Echenique, responsable político por las violaciones de derechos humanos perpetradas por las fuerzas represivas del Estado; por lo que debemos decir NO a la impunidad y no aceptar los términos de un tirano.
Apostamos por mecanismos más democráticos que fortalezcan a las asambleas territoriales, avanzando en promover un acuerdo popular coordinado que refleje los acuerdos de la población organizada para disputar el mecanismo del plebiscito.
Proponemos aprender de la experiencia colombiana que ante una crisis institucional y política, mediante el movimiento ciudadano por la “Séptima Papeleta” impulsa una papeleta extra en elecciones legislativas demandando una Asamblea Constituyente, obteniendo como resultado más de dos millones de votos escrutados, e invitamos a sumarse a la iniciativa de la PAPELETA POR LA DIGNIDAD, para que también en Chile el pueblo ejerza su soberanía.
Convocamos a todas las personas que se sienten llamadas por la lucha por la dignidad de nuestro pueblo a depositar una papeleta extra en las urnas, al interior de la papeleta oficial para definir “mecanismo”, marcando las dos opciones propuestas:
Hacemos el llamado a todos y todas a ser parte de la campaña de la PAPELETA POR LA DIGNIDAD, reconociéndonos como el poder constituyente originario y no dando paso al costado para que el gobierno y sus cómplices logren acallar un movimiento social histórico que aboga por cambios radicales y una sociedad donde impere la justicia, no la inequidad.
Nuestro deber es no claudicar ante la adversidad y trampas que nos han impuesto, sino que ser vigilantes y caminar hacia nuestra total soberanía. Necesitamos una real ASAMBLEA CONSTITUYENTE, LIBRE Y SOBERANA que termine con la herencia de la dictadura.
¡ADELANTE EL PUEBLO SOBERANO!
¡ARRIBA LAS Y LOS QUE LUCHAN!
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