A fines del 2019 y comienzos del 2020, cientxs de jóvenes se acercaron a los institutos para anotarse e iniciar una carrera terciaria. Poco duró el anhelo de iniciarse en la docencia, ya que al momento de intentar inscribirse se desayunaron con una ingrata sorpresa: cupo limitado.
A pesar que no hay reglamentación que avale esta medida ni que se haya hecho ningún tipo de anuncio previo, se estableció que un reducido número de personas tuviera acceso a las carreras, conforme a las limitadas disposiciones edilicias y presupuestarias.
Año a año, la demanda crece considerablemente. Para miles, los institutos terciarios son una salida para poder evitar los trabajos basura o precarios, con horarios rotativos, que no llegan a cubrir mínimamente las necesidades básicas para vivir.
Sin embargo, este crecimiento no fue acompañado de una inversión acorde sino todo lo contrario; se da en el marco de un progresivo desguace de los institutos terciarios. Hace años que las carreras vienen sufriendo cambios en los planes o directamente, en algunos casos, su recorte y cierre.
La mayoría de los institutos incluso no cuenta con las condiciones edilicias mínimas y se llega a cursar hasta en pasillos. De hecho, las estructuras están colapsadas, con edificios prestados o alquilados, lo que significa que miles queden afuera.
La Izquierda Diario dialogó con Nicolás Moreyra, vicepresidente del ISFDyT 9, quien expresó que "es realmente preocupante lo que está sucediendo. Muches vinieron a anotarse y la única opción que les dieron fue anotarse en lista de espera. ¿Especular con que cierta cantidad de estudiantes abandone para que haya vacante?, es una locura. Todes tenemos que tener derecho a acceder a la educación pública".
Haciendo hincapié en las demandas de les estudiantes, el vicepresidente manifestó que "no nos conformamos con lo que hay, porque significa repartir la miseria entre nosotres. Hace años venimos peleando por un presupuesto que atienda realmente las necesidades de la educación. Porque sabemos muy bien que para garantizar el acceso a la educación pública superior es necesaria una estructura edilicia acorde, apertura de cargos docentes para evitar los cursos super poblados, incluso la implementación del Boleto Educativo y un plan de becas para que ningune estudiante abandone"
"Atacar el problema de la deserción es urgente. En primer lugar, el Estado no puede ser quien te cierre las puertas de la educación superior diciendo ’no hay lugar para vos’. Pero también, considerar que quienes estudiamos en los terciarios somos un sector muy golpeado por la precarización laboral, sumado a que muchas compañeras deben abandonar porque no tienen con quien dejar a sus hijos. Jardines paterno-maternales durante los horarios de cursada, como a su vez planes de contingencia por embarazo y/o violencia de género son medidas urgentes para garantizar la permanencia de quienes son la mayoría del estudiantado terciario", agregó el estudiante.
"Muchos y muchas abandonan pensando que son problemas individuales, y muchas veces se cae en la frustración dejando la carrera. Pero si uno hace una radiografía de conjunto, sólo en el primer año de cursada se calcula una deserción de por lo menos del 50%. A todes elles les decimos que, si somos de los más afectados por las políticas de ajuste, debemos ser quienes peleemos contra ellas", indicó Nicolás.
Mientras pasa ésto, el Gobierno Nacional y Provincial concentra su atención en negociar una deuda con el FMI que sabemos nada tiene que ver con nosotres. Ellos hacen cálculos de cuánto más nos pueden sacar para pagar la fiesta de los poderosos. Por eso, "Desde Abajo - Pan y Rosas" dice "Plata para educación y no para la deuda".
Desde el Centro de Estudiantes del ISFDyT 9 organizamos asambleas con docentes y trabajadores para salir a la calle y reclamar por lo nuestro. Lo hicimos todos estos años y lo haremos ahora más que nunca. Confiamos en nuestras fuerzas, organizadas desde abajo y de manera democrática para exigir lo que nos corresponde. |