Trump llegó a India con un objetivo claro de cerrar un paquete de venta de armas por 3.000 millones de dólares, que el primer ministro Indio aceptó sin más. A cambio el presidente estadounidense no dijo una sola palabra de la masacre que los seguidores de Modi han desatado en las calles del país, empezando por Nueva Delhi, contra la población musulmana, que ya se cobró la vida de una veintena de personas.
En los dos últimos días, en plena visita de Trump, han sido asesinadas al menos 27 personas y más de 200 resultaron heridas, en su mayor parte por disparos.
La tensión es alta en el noreste de Nueva Delhi donde hindúes seguidores de Modi desataron una cacería contra los musulmanes, como no se veía hace décadas. Estos ataques tienen lugar luego de meses de protestas contra la Ley de Ciudadanía impulsada por el Gobierno, y conocida como ley antimusulmana.
Modi ganó el año pasado su segundo mandato detrás de un discurso fuertemente nacionalista, antipaquistaní y antimusulman. En medio de una economía que no muestra signos de crecimiento y un alto desempleo que ha generado protestas y huelgas obreras masivas, Modi utilizó el arma de la xenofobia para ganar el voto de los hindúes evitando de esa manera hablar del pésimo estado económico del país.
Tras ese resultado, Modi vio la posibilidad de mantener esa retórica durante su segundo mandato, abroquelando a los sectores nacionalistas detrás de su Gobierno. es así que propuso e hizo votar una nueva ley de ciudadanía que tiene un claro sesgo antimusulman. Esta ley busca dar la ciudadanía a inmigrantes irregulares de Pakistán, Bangladesh y Afganistán, pero excluye a los musulmanes.
Violencia organizada
La violencia se desencadenó el pasado fin de semana cuando un grupo de manifestantes bloqueó la carretera principal del barrio de Jaffrabad como protesta contra las ley de ciudadanía. Es parte de las protestas que se vienen realizando hace ya varios meses.
Los partidarios de Modi, formación nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), organizaron una contramanifestación a favor de la ley, y la policía terminó arremetiendo contra los musulmanes. Los habitantes de Jaffrabad acusaron a la formación gobernante, y al grupo nacionalista y xonófobo Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS) de organizar un verdadero pogromo contra los musulmanes.
En una declaración completamente cínica, Modi realizó una publicación este miércoles en Twitter llamando "a mis hermanos y hermanas de Delhi a mantener la paz". Por su parte Donald Trump evitó en toda la gira de dos días hablar sobre el tema, aunque sí aprovechó un espacio de conferencia de prensa para volver a atacar a Venezuela y anunciar nuevas sanciones contra el país caribeño.
No es la primera vez que Modi utiliza la carta de la xenofobia y el nacionalismo contra la minoría musulmana. Cuando era jefe de Gobierno del estado de Gujarat en el año 2002, fue responsable de desencadenar una verdadera matanza contra más de un millar de musulmanes. Sin embargo es la primera vez desde el año 1984 que un ataque semejante no ocurre en la capital del país.
Todo indica que la inflamación social practicada por Modi, le ha venido dando resultado para evitar hablar de la crisis que atraviesa el país. Sin embargo puede estar jugando con fuego si exacerba más de la cuenta el odio xenófobo en la relación con los musulmanes y sus vecinos, en particular Paquistán.
Con la intención de limar asperezas con Trump en cuanto a la escalada arancelaria del último año, Modi recibió al presidente estadounidense con un enorme acto en un estadio con más de 100.000 personas. "Las relaciones con la India nunca han sido mejores", dijo Trump en una conferencia de prensa en la mañana del martes. Allí evitó referirse a las manifestaciones y los asesinatos. A cambio se fue con varios acuerdos de cooperación y con un contrato para avanzar en la venta de helicópteros y equipamiento militar estadounidense a la India por valor de unos 3.000 millones de dólares. |