En la más multitudinaria manifestación de las últimas semanas en República Dominicana, miles de personas salieron a las calles con su grito de protesta "Es pa’fuera que van", en referencia al Gobierno de Danilo Medina, luego de la suspensión de las elecciones municipales, pero también por el hartazgo frente a una corrupción rampante en todas las esferas gubernamentales. El “Trabucazo 2020” tenía por nombre la convocatoria de este jueves en alusión al disparo que dio inicio a la independencia dominicana en 1844.
Una protesta convocada para demandar explicaciones sobre el motivo que llevó a anular los comicios municipales del pasado 16 de febrero, que han sido reconvocados de manera extraordinaria para el 15 de marzo, abriendo una crisis política en vísperas de las elecciones generales el 27 de mayo. El país se encuentra sumido en una gran crisis con estas movilizaciones que no han parado desde el día mismo de lo que se ha considerado un fallido intento de fraude por parte del Gobierno de Danilo Medina, que incluso trató este jueves de empatizar con los "indignados" en su último discurso de rendición de cuentas, un total fracaso.
El régimen político dominicano cruje por sus niveles de descomposición y una aguda crisis que lo hace tambalear, y es lo que está en el trasfondo de las actuales movilizaciones. Con gobiernos serviles a los intereses de los sectores patronales, y que ha tenido al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) gobernando el país, el agotamiento político del régimen ha llegado a extremos. En los últimos cuatro períodos presidenciales el PLD lo ha hecho de manera consecutiva. Antes de Danilo Medina, tuvo a su frente a Leonel Fernández que ahora, separado del PLD, intenta volverse a elegir.
Es que este 27 de febrero se celebra el día de la independencia de República Dominicana, por lo que los ánimos se redoblaron para salir a la calle. La noche del 27 de febrero de 1844, un grupo de jóvenes disidentes protagonizó uno de los capítulos más memorables de la historia dominicana al disparar un trabucazo contra la legendaria Puerta de la Misericordia, en Santo Domingo.
Lo emblemático del Trabucazo tiene el hecho que fueron jóvenes los protagonistas de ese capítulo de la historia, siendo que ahora una nueva generación de jóvenes disidentes aprovecha su simbolismo para hacer sentir su indignación y cuestionar a las cúpulas del Gobierno dominicano y a sus instituciones, tal como han sido la juventud que hemos visto en las calles de Chile o de Bogotá en Colombia.
Así como en la movilización de este jueves, la juventud universitaria de la Universidad Autónoma de Santo Domingo también ha venido llevando a cabo marchas y acciones de protesta. Es que el grueso de los presentes ha sido la juventud, tal como viene aconteciendo en otros países de América Latina.
Así, este día, los que venían de fuera de la capital desde tempranas horas de la mañana se fueron arremolinando hacia el centro de Santo Domingo, y aguantaron estoicamente horas del sol caribeño, del que se guarecían bajo incontables paraguas. La protesta tuvo también su parte festiva con la participación de cantantes de la talla de Juan Luis Guerra, entre otros.
Aunque algunos medios señalan que no se llegó al objetivo de alcanzar el millón de personas, lo que es real es que se trata de la mayor de las protestas que han venido desarrollándose, lo que indica que la crisis del país, lejos de cerrarse, tiende a profundizarse, más aún cuando se aproximan las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Siguiendo la nueva costumbre caribeña ya expresada en Puerto Rico, importantes artistas como Juan Luis Guerra, Vicente García y Rita Indiana se sumaron a la protesta con actuaciones de sus canciones más conocidas. Desde Puerto Rico llegaron los apoyos del trapero Bad Bunny (Benito Martínez) y del cantante Ozuna, que se unieron este jueves a los reclamos de artistas puertorriqueños como ya lo ha hecho Ricky Martin y el rapero Residente (René Pérez) en apoyo a las protestas en República Dominicana. El comunicador y activista Sergio Carlo, uno de los principales promotores de la protesta, resaltó el hartazgo ante las injusticias y desigualdades que viven los dominicanos y dominicanas en el país: “Se acabó, estamos cansado de las injusticias”.
Mientras el día se desarrollaba y se aglomeraban cada vez más personas en la Plaza de la Bandera, una gran explanada frente a la sede de la Junta Central Electoral (JCE) que ha sido el foco de las protestas de las últimas dos semanas, Danilo Medina realizaba su discurso anual ante el Congreso Nacional (bicameral), para reconocer que la situación política es "delicada".
Cínicamente manifestó que entiende su "justificada indignación" y que reiteraba su apoyo a una "investigación completa" que aporte una "explicación" al fallo generalizado de las máquinas de votación que se usaban, por vez primera, en 18 ciudades, como si su Gobierno y su partido no estuvieran entre los focos de la sospecha.
Los partidos de la oposición, que en la mayoría son parte de los partidos del establishment, acusaron al Gobierno de ser responsable de "constantes violaciones a la Constitución" y de una "permanente transgresión al principio de la equidad" en las elecciones, con el objetivo de beneficiar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que está en el poder de forma ininterrumpida desde 2004.
Además de su fracasado intento de reelección, Danilo Medina se enfrenta a divisiones en su partido, el PLD, con la salida del ex presidente Leonel Fernández, que también se presenta a las presidenciales del 17 de mayo y las acusaciones de corrupción contra un candidato oficialista, Gonzalo Castillo. Con esta nueva crisis abierta, con elecciones cruzadas de importantes movilizaciones, todo apunta a que la suerte de Danilo Medina y su candidato está echada.
Los partidos de la oposición tratan de sacar partido de cara a las próximas elecciones presidenciales, que aún no está muy claro cómo se realizarán. Es el caso del Partido Revolucionario Moderno (PRM) del empresario Luis Abinader, la recién fundada Fuerza del Pueblo (FP) de Leonel Fernández que aglutina a diversas fuerzas políticas como a los belagueristas del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Alianza País de Guillermo Moreno, entre otras fuerzas políticas.
Las movilizaciones siguen desarrollándose y van casi 15 días de protestas en medio de una situación política de alta inestabilidad. Aún están latentes las movilizaciones en la isla de Puerto Rico, así como las que se desarrollaron en Haití, lo que apunta a que el Caribe puede transformarse en una región de convulsiones populares donde la juventud está siendo la protagonista. Pero el avance de la lucha de las masas caribeñas, tal como la que se lleva adelante en estos momentos y protagoniza la juventud de República Dominicana, solo puede desarrollarse como movilización independiente de todos los partidos patronales, para poner en perspectiva una salida propia de los trabajadores y los explotados.