La acumulación semanal de la devaluación monetaria ya ronda el 5%, después que durante varios meses el gobierno federal hablase de un “superpeso”.
Esta caída respondería a dos cuestiones. En primer lugar, la expansión internacional del coronavirus o COVID-19 y el anuncio oficial de su llegada a México. En México se refracta lo que viene ocurriendo a nivel internacional, con la caída bursátil como consecuencia de los temores ante la posible propagación del COVID-19 y su impacto en la economía global. Como plantean varios economistas, el impacto del virus en la dinámica de la economía china -posible desaceleración- impactará en el comercio mundial y puede empujar a una recesión, en combinación con otros factores que ya vienen afectando la economía internacional. Su propagación a otras economías potenciaría este efecto.
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Por otra parte, en días pasados se confirmó que la economía mexicana cayó en el 2019 un 0,1%. Se trata de la primera contracción en una década, según los datos oficiales, con cuatro retracciones trimestrales consecutivas. A pesar de que el gobierno de López Obrador manifestó desde su asunción que la economía nacional iría en ascenso impulsada por el nuevo Tratado Mexico-Estados Unidos -Canadá (TMEC), los datos indican otra cosa.
Las perspectivas para la economía mexicana no son favorables, considerando que ya se anunció la llegada del coronavirus y el impacto en la economía internacional que se avizora, con lo cual es posible una caída mayor de la moneda nacional y la BMV. | 
