Las y los 417 trabajadores despedidos de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, exigen la reincorporación a sus puestos laborales y aseguran que son rehenes de una pelea política de la que no tienen la culpa. En todo caso -agregaron- si hubo irregularidades en los requisitos de ingresos, que le exijan explicaciones a la anterior intervención de Omar Zeidán. Además, remarcaron que van a seguir luchando para que la comunidad entiendan sus reclamos.
La respuesta de quienes quedaron cesanteados no se hizo esperar y se encuentran acampando a la entrada de Talleres Centrales de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, donde se concentran para visibilizar su situación.
Hasta allí se dirigió La Izquierda Diario y pudo recoger el testimonio de varios de ellos que confirman que ocuparon sus puestos laborales mientras trabajan, que muchos son nacidos y criados en la localidad, que el resto tiene varios años de residencia allí. Hay 124 mujeres despedidas (algunas de ellas embarazadas y otras son jefas de familia), que durante los meses que trabajaron estuvieron capacitándose para cumplir con las tareas requeridas y además no quieren oponerse a los desocupados que también son nacidos y criados que exigen trabajo.
A pesar del viento que impera en la cuenca de Río Turbio, siguen acampando y hay algunas señales de solidaridad de quienes dan bocinazos con sus vehículos mientras pasan por la ruta aledaña. De alguna forma no todos acuerdan con lo que dice Aníbal Fernández y tampoco avalan los despidos porque se hubiera buscado otra solución que no sea despido, se escuchó decir a un viejo minero jubilado que no ocultaba su indignación en un programa de radio local.
La enorme cantidad de despidos sienta un mal precedente para el futuro de la empresa minera, para la comunidad que ya ha sufrido duros ataques y que entre la nefasta gestión de Omar Zeidán y el comienzo de la actual intervención de Aníbal Fernández, quienes hoy están pagando el costo del desastre que ocurre en YCRT, son las y los trabajadores. |