Este sábado se presentó en el Anfiteatro del Parque Centenario “Vernáculos”, una obra de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Antes de comenzar la función salieron al escenario un grupo de trabajadores del anfiteatro junto a Margarita Fernández, directora de la obra y el delegado de la Junta interna de Ate de los Organismos estables del Ministerio de Cultura Nacional y el Teatro Nacional Cervantes. Se dirigieron al público para explicar la delicada situación por la que están atravesando las trabajadoras y trabajadores del anfiteatro, como otros sectores del Ministerio, a partir de la precariedad del trabajo. La directora de la obra expresó su solidaridad y planteo su apoyo al reclamo.
Las trabajadoras y trabajadores del Anfiteatro del Parque Centenario, que dependen de la dirección General de Música (DGMUS) dentro del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad, habían decidido unos días antes en asamblea abierta no realizar algunas tareas, que están estipuladas en leyes y decretos como tareas riesgosas y que el gobierno de Rodríguez Larreta hace casi un año, de manera arbitraria, decidió cortar el pago de ese ítem, que se cobraba desde el año 1997. Este ataque constituyo concretamente un recorte de sueldo y un avasallamiento de derechos adquiridos hace décadas.
En principio realizamos el reclamo administrativo y luego de meses de dilatación la respuesta fue negativa porque “no son trabajadores del Teatro Colon”. Además de ridículo y discriminatorio, basado en una interpretación arbitraria de un decreto de la época de la dictadura, del año 1978. Irónicamente este mismo decreto enumera claramente todas las tareas riesgosas, que son las que realizamos a diario en el anfiteatro y otros espacios del Ministerio.
También el 27 de diciembre del año pasado, entre gallos y medianoche, nos enteramos del despido de un compañero contratado de la sección de limpieza en el marco del despido que el ejecutivo de la Ciudad había decidido para el 10% del personal contratado en toda la administración pública de la Ciudad de Buenos Aires.
Los trabajadores contratados, con la figura de locación de servicios, que realizan los mismos horarios y tareas que sus pares efectivos, sufren una modalidad de contratación ilegal y fraudulenta pero además son los que están en peores condiciones ya que perciben un sueldo de 19 mil pesos, teniendo que pagar 3 mil pesos de monotributo de su bolsillo. Y como si esto no fuera poco, si el gobierno decide “renovar” sus contratos tienen que esperar casi 3 meses para empezar a percibir su salario normalmente.
Sumado a esta situación venimos denunciando la falta de personal en toda la DGMUS, y en particular en el Anfiteatro del Parque Centenario donde se dificulta la operatividad ya que hay varias secciones prácticamente vaciadas como vigilancia y limpieza, áreas que el gobierno pretende privatizar hace tiempo con la resistencia de las y los trabajadores
Empezamos a recibir solidaridad, comenzando por nuestra compañera diputada de la Ciudad, Alejandrina Barry, del Frente de Izquierda. Es muy bueno que el reclamo nuestro llegue a la legislatura y queremos que lo oiga el ministro de cultura.
Vaciamiento de espacios públicos y privatización de la cultura
Las decisiones de la asamblea están enmarcadas en una situación difícil que se vive en la DGMUS. El año pasado nos opusimos a la venta de edificios que funcionaban como sedes de la dirección: las oficinas administrativas y la sede de Estudio Urbano. A partir de varias asambleas y una campaña contra el vaciamiento, logramos que se retiren del listado de inmuebles que el ejecutivo de la ciudad pretendía vender.
Sin embargo, no pudimos evitar que lleven adelante un traslado compulsivo de las oficinas administrativas de la DGMUS, las cuales reubicaron en varios espacios del edificio de prensa, algunos de los cuales no son aptos para dicha actividad. Hay que tener en cuenta que esta política de Rodríguez Larreta,es masiva que pretende vender 181 espacios públicos en la ciudad, desde hospitales públicos o edificios del ministerio de cultura que son valorados internacionalmente.
La difícil situación no termina ahí ya que también sufrimos la falta de presupuesto que trae como consecuencia la casi nula programación propia de la DGMUS, la imposibilidad de comprar o arreglar equipamiento que ya tiene muchos años para la realización de nuestras actividades, la imposibilidad de arreglar varios aspectos edilicios de las distintas sedes de la DGMUS que se fueron deteriorando con los años, a lo que ahora se sumó el recorte de nuestro salario mediante la quita arbitraria del ítem de tareas riesgosas.
La indignación aumentó cuando escuchamos ayer el discurso de Rodríguez Larreta en el inicio de las sesiones legislativas, donde caracterizó a Buenos Aires como una ciudad de fantasía que no es la real que vivimos la mayoría de los porteños.
Todas estas problemáticas las expusimos en innumerables situaciones a nuestra Dirección General y en las últimas semanas, en una mesa que logramos conseguir con el Ministro de Cultura de la Ciudad en primera instancia y luego continuamos con reuniones con sus asesores, reconocen la justeza de nuestros reclamos, pero no nos dieron por ahora ninguna respuesta satisfactoria a nuestras demandas.
Esta problemática que vivimos en la DGMUS no es algo exclusivo de nuestro lugar de trabajo sino que es parte de un ajuste que viven todas y todos los trabajadores de la cultura del Gobierno de la Ciudad. Y que afecta directamente el acceso a la cultura gratuita y de calidad que debería ofrecer el GCBA en innumerables teatros, centros culturales y demás organismos públicos determinados para esa tarea.
Nosotros como trabajadores del Anfiteatro y del Ministerio de Cultura luchamos por esto, y por eso hemos enfrentado hace años la intención de que cobren las entradas, y conseguimos que los espectáculos sigan siendo gratuitos. Y también enfrentamos todo intento de privatización y vaciamiento que estamos viviendo, ya que consideramos que el arte y la cultura no debe ser disfrutable solo para una minoría que pueda pagar precios desorbitantes como la mayoría de los espectáculos que hay en la ciudad. Sino que luchamos para que todo espacio cultural y artístico sea accesible a toda la población, de forma gratuita, y con la mejor calidad posible. | 
