El viernes pasado, el Consejo Deliberante de Alte. Brown aceptó la renuncia a la intendencia del jefe de la bancada de diputados del FR Darío Giustozzi. La minoría del FpV votó la renuncia sin reparo ya que, en su especulación electoral, Guistozzi es un cierto freno al traspaso de Martín Insaurralde a las filas de Massa. Sucede que el farandulero Diputado hasta hoy del FpV, viene hace tiempo anunciando “el gran salto” que ya nadie cuestiona pero que aún no se concreta, buscando acumular mayor poder para desembarcar con “armado propio”.
Si eso sucede, Insaurralde ya planteó que su ambición es ir por la gobernación, sería un competidor directo de Giustozzi, el candidato “natural” para dicha candidatura. Por más que también se hayan anotado Solá y Posse en la carrera dentro del Frente Renovador, el ex intendente de Alte. Brown sería el mayor perjudicado por el salto de MI (como gustan llamarlo los operadores de marketing) hacia el FR. Es por eso que desde su espacio, Darío Giustozzi intenta sostener un perfil alto en la aparición mediática y en la instalación de su figura para la gobernación 2015.
En las huestes de Massa, evitan dar definiciones de candidaturas e incluso consideran apresurada la ambición de Guistozzi porque lo indican como el causante del aplazo de la incorporación de MI al Frente Renovador.
Más allá de los saltos, traspasos y devaneos de la feroz interna dentro de los partidos patronales, para los trabajadores se trata de ver claramente que ninguna de las variantes políticas tradicionales son una salida de fondo, ya que buscan posicionarse preparando la sucesión por derecha al Kirchnerismo, que hace tiempo viene desarrollando un ataque en regla a los trabajadores y sectores populares. En este sentido, es necesario que la clase trabajadora desarrolle su propio proyecto político independiente de patrones y empresarios. |