Así lo confirmó mediante una cédula, el Juez Subrogante del Juzgado Federal de Bariloche Gustavo Zapata, quién debía garantizar la cadena de custodia. Este jueves serán enviadas a Salta para las pericias correspondientes. Nuevas irregularidades en la causa.
Después de largas horas de incertidumbre por la desaparición de pruebas claves en la causa que investiga el asesinato del joven mapuche a manos de un grupo de Albatros en 2017, en la mañana de este jueves llegó la noticia de que tanto el proyectil que acabó con la vida de Rafael como las armas que usaron los albatros Francisco Javier Pintos y Juan Ramón Obregón -subfusiles marca Heckler & Koch, modelo MP5, calibre 9x19 mm, respectivamente- fueron hallados en una caja fuerte del Juzgado Federal de Bariloche, a cargo del juez subrogante Gustavo Zapata.
Según el magistrado, tomó conocimiento de los hechos a través de los medios. Y a partir de ello: “Convoqué al Tribunal al titular de la Secretaría Penal (Dr. Alejandro Iwanow) y a los Prosecretarios Administrativos (Gabriel M. Siciliano y Matías E. Cifuentes) (…) ordené al Actuario que entablara conversación telefónica con el Jefe del Escuadrón 34 de Gendarmería Nacional (Comandante Principal Duilio Oscar Fabio Poblete), a quien se le requirió que a la mayor brevedad posible se constituyera en esta judicatura (…) pues ésta se ocupó oportunamente del traslado de los elementos referidos a la sede de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de esa fuerza de seguridad, para la realización de la experticia balística identificada con el número 91096”, según consta en la cédula emitida por Zapata a la que este medio tuvo acceso.
Así luego de diversas conversaciones con Gendarmería y también con integrantes del Cuerpo de Investigaciones Fiscales del Ministerio Público Fiscal de Salta, se concretó el hallazgo de las pruebas “desaparecidas”. Las cuales serán enviadas este mismo jueves a la provincia de Salta, para que se realice la pericia correspondiente.
Consultado por La Izquierda Diario el abogado de la APDH Río Negro que interviene en la causa, Mauricio Rojas Garrido, dijo que: “El juez subrogante dice que después de arduas consultas resulta que encontró que las pruebas siempre estuvieron guardadas en la caja fuerte del juzgado”.
Y agregó: “Más allá de esto, este episodio nos alerta y nos preocupa. El asesinato de Rafael Nahuel está pavimentado de impunidad. Una parte del aparato judicial fue permeable a la política de impunidad que montó Patricia Bullrich y ese no es un dato menor. Cuando se investigan crímenes de Estado como el de Rafael, los órganos del Estado actúan corporativamente y esto nos pone más alerta. Este episodio aumenta las sospechas alrededor de la voluntad real del sistema judicial de llegar a la verdad y justicia”.
Los interrogantes ante la noticia, en el marco de una causa con irregularidades varias, surgen espontáneamente: ¿por qué estas pruebas claves no fueron enviadas a Salta con el resto del material que se encontraba guardado en el mismo sitio? ¿Se puede confiar en las próximas pericias sobre estos materiales? ¿Por qué no hay constancia de la entrega del material por parte de Gendarmería al Juzgado? ¿Durante el tiempo que estuvieron “desaparecidos” fueron manipulados? ¿Por qué el juez no cumplió con la cadena de custodia?
Quienes buscamos verdad y justicia para Rafael Nahuel seguiremos insistiendo en la resolución de estos, y otros interrogantes, como también sobre las irregularidades volcadas sobre esta causa que tienen como único fin garantizar, una vez más, impunidad para los responsables materiales e intelectuales del asesinato de Rafael.