La marcha, liderada por el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) y a la que unieron miembros de la Unión no Profesional del Canal de Panamá, partió desde el centro de la capital hasta los predios de la Presidencia de la República, en el Casco Antiguo de la ciudad.
Ambas organizaciones gritaron consignas y denunciaron que Panamá es uno de los países "más desiguales del mundo" donde el desempleo "sigue creciendo y no hay reactivación económica pese a (un) mayor endeudamiento".
A pesar de que una reciente misión del FMI y el reporte del Banco Mundial de enero señalaron que Panamá tendría un crecimiento del PBI este año, la realidad es que los planes de ajuste fiscal exigidos por los organismos internacionales provocan un mayor desempleo y peores condiciones laborales, al mismo tiempo que la deuda del país sigue creciendo. Por otra parte, en los reportes de crecimiento previos no estaba contemplado el impacto que ya está teniendo el coronavirus en la economía global y la baja del comercio mundial en un punto tan sensible para Panamá como la reducción de los fletes marítimos.
La tasa de desempleo total en Panamá se ubicó en el 7,1 % a agosto de 2019, por encima del 6 % registrado en el mismo mes de 2018, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
Asimismo, según con los datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la deuda pública externa de Panamá cerró 2019 en 24.223 millones de dólares y la interna en 6.795 millones de dólares, 3.648 millones y 1.683 millones más que en 2018, respectivamente.
La Administración de Laurentino Cortizo, cuyo quinquenio comenzó en julio de 2019, no hizo más que aumentar la deuda para cubrir el pago de bonos. En los últimos meses del año pasado emitió 3.300 millones de dólares en bonos globales a fin de obtener recursos con los que afrontó pagos pendientes con proveedores y funcionarios y conseguir fondos para pagar deuda que vence en 2020.
Esas emisiones fueron la principal causa del aumento del nivel de deuda, que superó ya el límite del 40 % del PIB y se perfila hacia el 45 %, lo que podría terminar en una baja del grado de inversión, aumentando de la misma manera los intereses para las futuras emisiones de deuda. Un círculo vicioso que solo puede terminar en una burbuja de deuda sin otra resolución que su estallido, similar a la situación que vive Argentina en el último período.
Los trabajadores de la construcción también se manifestaron en contra de la corrupción y la impunidad, y denunciaron la creciente ola de homicidios, femicidios y robos en el país.
A su vez, el grupo de trabajadores del Canal se quejaron de la falta de seguridad que ha ocasionado accidentes de trabajo, muchas veces fatales.
Los obreros del Canal igualmente gritaron consignas en contra de lo que afirman son los supuestos planes de privatización, así como los altos salarios de ejecutivos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
"El pueblo panameño debe saberlo, los trabajadores del Canal generan ingresos millonarios al país y muchas veces hasta con su vida, pero la junta directiva (de la ACP) y un grupo selecto (...) son los que sacan beneficios personales", señalaba un volante distribuido en la caminata.
"Basta ya de los abusos, injusticias y muertes en la ACP", remarcaron los trabajadores del Canal durante la protesta.
El alza del salario del administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, de unos 15.000 a más de 26.600 dólares al mes más un bono anual por productividad, causó malestar social en varios sectores de trabajadores que denunciaron la brutal desigualdad que vive el país. |