Este 7 de marzo, un día antes del pañuelazo y la marcha por el Día Internacional de la Mujer, se cumplen diez años del asesinato de Pepa Gaitán. El reclamo por la Absolución de Higui es también pancarta, la lucha es contra la discriminación y la violencia por el hecho de ser lesbiana.
Diez años pasaron del asesinato de Pepa Gaitán, “el gordo” de la hinchada del pirata Cordobés. El asesinato de la Pepa, generó un masivo repudio y por eso se conmemora este Día de la Visibilidad Lésbica.
“¿Tortas, chongas y marimacho, a quién no le han dicho esto por la calle?, por eso torta y chongo con orgullo", afirma Magalí. Las redes sociales no mienten y muchas veces esa violencia que se queda solamente en un grito desde un auto, se pasea por las aulas de las escuelas a modo de grafitti, sobrevuela algunas casas donde una jóven tiene fecha de salida por el simple hecho de desear a otra.
Viva La Pepa
Familiares y amigos de Pepa no solo tuvieron que afrontar su asesinato el 7 de marzo de 2010, sino también la posterior discriminación y ninguneo en el juicio. Ya había denunciado su madre, Graciela que “la dejaron morir como un perro, no solo por salir con otra chica, sino también por ser pobre”.
Pepa tenía 27 años, esa noche fue abandonada moribunda en la vereda de su casa, del barrio Parque Liceo 2º de la Ciudad de Córdoba, tras la negativa de la policía de trasladarla al hospital más cercano. Luego, fue ultrajado por la justicia que realizó una autopsia para determinar “la verdadera causa de la muerte”.
Usando como pretexto una autopsia para detectar si se encontraba, bajo el efecto de “alguna droga o alcohol", como si alguna otra causa hubiera inducido su muerte, más allá del fusilamiento que Torres le propició.
Una vez más la policía y la justicia estuvieron del lado del opresor, cómplices de la discriminación - que en este caso llegó hasta la muerte – por el sólo hecho de vivir una identidad o sexualidad distinta a la impuesta por la heterónoma.
En el juicio contra Torres, la familia de Pepa exigió que se considerado como un “crimen por orientación sexual”. Pero la justicia nuevamente arremetió contra la identidad sexual de Pepa, haciendo omisión del pedido de su abogada Natalia Milisenda, quien dijo que la sexualidad de la Pepa fue la causa principal por la que Daniel Torres la fusiló. Este argumento no fue suficiente para los jueces, por lo que dictaron una condena de 14 años, caratulando el hecho como “homicidio simple agravado por uso de armas de fuego”.
Yo también me defendería
En otras ocasiones, esa violencia se vuelve física. Eso le pasó a Higui de Jesus, que se defendió y zafó de una “violación correctiva”. ¿Qué es esto?, cuando quieren corregirte mediante la violación o el abuso para “enseñarte a ser mujer”, por ejemplo. Por eso, a este día se le suma el de la exigencia por la Absolución de Higui, que se defendió y terminó presa ella.
El caso de Higui, refleja que el poder judicial amparado por los Gobiernos patronales, no pueden ofrecernos una solución frente a la escalada de violencia machista que sufren las mujeres. Su nombre fue bandera de la marea verde, donde miles de pibas y pibes abrazaron su causa, exigieron el aborto legal ya y se pronunciaron por la separación de la Iglesia del Estado.
Las Iglesias, tanto católica como evangélica, son el principal enemigo de la diversidad y del movimiento de mujeres. Y todos los Gobiernos, kirchneristas y de Cambiemos, las financian. Bergoglio fue aquel que llamó a una “guerra santa” contra la homosexualidad y contra las teorías de género.
Este año particularmente es importante la visibilidad lésbica, en el contexto de que Higui está procesada por ser lesbiana y su ataque fue claramente correctivo. La justicia actuó en función de ese correctivo también.
Las calles dicen basta
El 7 de marzo se harán distintas acciones por el Día de la Visibilidad Lésbica. 8 de Marzo volvemos a marchar no sólo por Higui sino por todes y cada una de las víctimas de la violencia machista.
Contra las instituciones clericales oscurantistas que refuerzan prejuicios patriarcales y los códigos contravencionales del Estado que persiguen y hostigan a trans y travestis y legitiman así la transfobia y los travesticidios, la calle es el lugar donde más se escucha nuestra voz contra la violencia machista y homolesbotransfóbica.
En las próximas horas se vivirá una jornada de lucha en la que las mujeres, con las trabajadoras al frente para pelear por nuestros derechos.