La serie, filmada en código docurreality, retrata disciplinas artesanales, tradiciones culinarias y modos en que viven los habitantes de las zonas rurales de Chile. También posee un aspecto educativo, mezclando relatos en off de habitantes de los lugares que visita el animador, con imágenes de flora y fauna que habitan el paisaje donde ocurre cada capítulo.
Al tener como objetivo el retratar y entrevistarse con los habitantes de distintas zonas, a lo largo de la trayectoria de la serie han surgido testimonios que no se pueden dejar pasar, como los de pobladores de Melipeuco en la novena región, que denunciaban el 2016 patologías de araucarias en sectores afectados fuertemente por el aumento sostenido de la temperatura.
Sin embargo, no deja de llamar la atención que el propietario de la red televisiva a la que pertenece la serie sea el grupo Luksic. La línea editorial de este canal ha sido cómplice del gobierno a través de la criminalización mediática de las protestas o la diseminación del miedo, actualmente a través del nuevo brote de coronavirus. Es fácil sospechar que la señal utiliza este tipo de televisión educativa como una compensación moral, “expiando sus pecados” mediante buenas acciones y el usufructo del respaldo que posee el conductor actualmente.
Francisco Saavedra asegura que la serie estará "profundamente conectada" con la realidad actual del país, sobre todo después del estallido social. Del mismo modo, el comunicador reivindicó recientemente la labor del trabajo de este documental, diciendo que “Hace ocho años que mostramos la desigualdad de este país”. | 
