Este 8 de Marzo marchamos por las calles de Mendoza para decirle al mundo que no estamos solas, que las mujeres y disidencias ganamos nuestros derechos en las calles, como el Aborto Legal Seguro y Gratuito. Que la deuda es con nosotres y no con el FMI, que Iglesia y Estado son asuntos separados, y que juntes le ganamos al patriarcado para gritar Ni Una Menos y basta de femicidos y tranvesticidios.
Un puñado de compañeras de algunos barrios de Mendoza, se encolumnaron con Pan y Rosas para compartir su lucha y su participación en la marcha por el 8M. Aquí sus testimonios y sentires, algunas fue su primera vez.
Ivana Arévalo, 22 años, estudiante de Educación Física y trabajadora, Barrio Huarpes I de Godoy Cruz: “Ayer en la marcha se respiraba lucha, se demostró una vez más que las mujeres estamos hecha de valentía”.
Luna Romero Jofré, 16 años, estudiante y futbolista, Las Heras: “Otro 8M más juntes a nueves compañeres. Pan y Rosas nos dan un lugar donde defender nuestros derechos, donde reclamar que cada 24 horas hay un femicidio, donde decirle al Estado que no se hace cargo, y que la deuda es con nosotres y no con el FMI. Donde decir un fútbol profesional feminista y sin abusos, donde expresar la libertad de orientación sexual y la identidad de género sin sentir presión de la sociedad y la homofobia, donde pedir al Estado Educación Sexual Integral para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir, donde decir que el proyecto sea el de la Campaña, donde pedir que la Iglesia y Estado son asuntos separados, donde decir que lo vamos a tirar y que no tenemos miedo, donde podamos salir y no estar avisando "llegue bien", donde gritar NI UNA MENOS Y VIVAS NOS QUEREMOS, donde si mañana falto, ustedes lo tiren por mí!! Otro 8M más juntes, unidas y organizadas”.
Melina Amurro, 13 años, estudiante de secundario: “Ir a la marcha me pareció una experiencia increíble... estar ahí y sentirme tan cómoda y segura con todas mis hermanas es hermoso. Además aprender de que no estoy sola siempre van a estar ahí ellas”. “Conocer a Noelia Barbeito fue muy lindo, se nota que es una mujer fuerte y amable”.
Silvia Jofré, 52 años, trabajadora y tallerista de metalurgia en barrios de Godoy Cruz, madre de dos hijos. Además, se animó a ser parte de la batucada de Pan y Rosas: “Las Marchas siempre te llenan de coraje, fuerza, y energía para seguir luchando”.
Alejandra Moreno, 52 años, trabajadora como celadora en escuela primaria, madre de 4 hijes, de barrio Huarpes de Godoy Cruz: ”Está bien que se defienda los derechos de las mujer y que nos cuidemos en las marchas. Ayer lo viví con el grupo, por eso se grito Ni Una Menos y que se haga la ley. Gracias Pan y Rosas por dejarme participar”.
Agustina Arévalo, 20 años, trabajadora, barrio Huarpes de Godoy Cruz: “Lo que viví en la marcha fue hermoso. De a poco me voy involucrando en el movimiento, y me gusta participar porque me ayuda a crecer como mujer y persona. Sé que me está costando deconstruirme, ya que desde que nacemos nos imponen conductas machistas y estereotipos que hasta el día de hoy siguen presentes. Relacionarme con todas estas pibas me hace sentir bien, segura y acompañada. Las luchas nos unen y eso es lo más importante, tenemos que seguir por nosotras y por todas las que ya no están, por la ley de emergencia, por el aborto seguro, gratuito y legal. Se va a caer, porque lo estamos tirando”.
Natalia Berra, 40 años, docente, trabajadora, madre y militante barrial. Otra de las cumpas que integró la batucada: “Trabajo como maestra comunitaria y pertenezco a la Biblioteca Popular Pablito González del barrio La Gloria. En mis 40, soy mamá y papá de una adolescente de 15 años, que es sostén y centro de mi lucha por mejorar nuestras condiciones de vida. Esta lucha me ha mantenido alejada de la participación en muchos espacios e instancias de militancia, necesidad que he podido desarrollar y centrar en mi trabajo en la biblioteca popular. El acompañamiento en los talleres que brindamos a les pibes de La Gloria, me fue acercando a la murga, aunque nunca me sentí murguera... hasta ayer. Mientras marchaba acompañando a les compañeres de "Pan y Rosas" se me acercó un repique y una pregunta "flaca, te animás?" Y si...me animé. La marcha de ayer trascendió todas las marchas, me atravesó el cuerpo y me llenó de magia. Gracias compañeras por la oportunidad de sentirme parte, pudiendo aportar lo que durante tantos años aprendí de les pibes murgueros del barrio La Gloria”.
Uma Romero Jofré, 13 años, estudiante y deportista: “Este fue un 8M de lo más bueno que viví porque reclamamos que no haya una muerta más, por la legalización del aborto, por la separación de Iglesia y Estado, juntxs a lxs compañerxs Pan y Rosas volvimos a tomar las calles y gritar NI UNA MENOS y QUE SEA LEY, una vez más de marchas y luchas con Pan y Rosas”.