Entrevistamos a mujeres de diferentes áreas: docentes, secundarias, de la salud, de las aplicaciones. Cada una con su situación particular según su séctor, nos narró el porqué se adhirieron al paro y marcharon ayer por las calles de la ciudad.
En medio de otra multitudinaria marcha por el 8 de marzo y en el marco del Paro Internacional de Mujeres del #9M, conversamos con mujeres trabajadoras y estudiantes de diferentes áreas.
Más allá de las consignas generales sobre aborto legal seguro y gratuito, femicidios, brecha salarial, etc. Cada sector trae consigo reclamos particulares, los cuales, por supuesto, están directamente relacionados a este sistema capitalista y patriarcal. Acá los testimonios.
Julia, delegada docente:
"Acá estamos movilizando, muy contentas de haber logrado después de muchos años que el paro sea real. Conquistamos que UEPC sea parte de este paro con muchas discusiones en las asambleas donde estuvimos dando la pelea como todos los años. Y bueno, esta vez conseguimos que sea un paro de no concurrencia a los lugares de trabajo para que todas las docentes, y los docentes también, y las y los estudiantes puedan ser parte de esta marcha, porque sabemos que la conquista del aborto legal va a ser en las calles, luchando. No podemos confiar en ningún lobby, si no que va a ser por nuestras propias fuerzas, como lo venimos haciendo desde hace años.
Hace mucho que venimos planteando que la deuda es con nosotras, que no se puede pagar la deuda ni al FMI porque significa un ajuste y hoy lo estamos viendo concretamente las y los docentes con las paritarias, tanto nacionales como provinciales, donde el recorte es tremendo, con engaño de los porcentajes de aumento. Porque en verdad es poquísimo, al básico solo un 6 por ciento en cuotas. Donde muchas docentes no llegamos a fin de mes, donde muchas son sostenedoras de hogares. Cuando decímos no al FMI, es porque el ajuste ya se ve concretamente. Lo que se vio con los jubilados, hoy se está viendo en todo el país con las y los docentes".
Juli, estudiante secundaria del San José:
"Como secundaria decido organizarme con Pan y Rosas por la exigencia de nuestro derecho como mujeres al aborto legal, pero también por la efectiva aplicación de la Educación Sexual Integral en todas las escuelas sin los valores clericales que quieren imponer y sin objeción de conciencia, que limita que las y los estudiantes podamos acceder a nuestros derechos elementales para la anticoncepción y la educación en sexualidad".
Romina, trabajadora de aplicaciones:
"Estamos marchando por aborto legal seguro y gratuito, para decir basta de femicidos y que el estado es responsable, pero también para decir basta de precarización. Trabajando en las aplicaciones somos miles de mujeres, muchas sostenes de hogar, y por la exigencia de horas de trabajo de la empresa para llegar a fin de mes, muchas se ven obligadas a salir a la calle con sus hijes. Andan con sus hijas e hijos encima de la bicis, de las motos, repartiendo pedidos con el peligro que eso implica, sobre todo teniendo en cuenta que las empresas no se hacen cargo de nada. Tampoco tienen la posibilidad económica de contratar a alguien que cuide a sus niñes, ni de poder pagar una guardería. Ésta es una imagen constante y que va creciendo. Por eso decimos la deuda es con nosotras y no con los ganadores de siempre".
Ana, enfermera:
"La situación en la salud en este contexto de crisis está bastante complicada, porque es un sector donde la mayoría somos mujeres, donde hay compañeras que tienen doble jornada. Jornadas de 16 horas de trabajo que si contamos el traslado se van a 18, encima muchas tienen que realizar tareas domésticas cuando llegan a sus hogares. Sin tiempo para disfrutar de la familia o estar con sus hijos e hijas, ni hablar para ocio o esparcimiento. Encima los fines de semana se la tienen que pasar ordenando la casa y ya preparar todo para empezar devuelta la rutina de las 16 horas todos los días.
Las condiciones de vida de las compañeras se ha deteriorado, han tenido que cambiar a sus hijas e hijos de los colegios donde les enviaban, todos los días aumentan las cosas. Entonces, el esfuerzo de la doble jornada que la realizaban para comprarse un autito o pagarse un departamento, ahora apenas alcanza para sobrevivir.
También hay crisis en lo que es la atención a las y los pacientes, donde cada vez ingresan más personas que antes tenían obra social y ya no la tienen, porque están sin trabajo, porque fueron despedidos. Con el magro presupuesto en salud que se destina, ni recursos materiales ni recursos humanos alcanzan para satisfacer la demanda.
A esto se agrega el problema del dengue y el coronavirus, donde se utiliza más material y mayores cuidados. Un paciente con dengue tiene que estar aislado y se ocupa una habitación, entonces hay menos camas, entonces hay menos posibilidades para la población de acceder a la salud pública. No quieren tomar más personal y la verdad que es bastante complicado el panorama en salud. Sobre todo si tenemos en cuenta que con la llegada del frío se agudizan las infecciones respiratorias, lo que se llama la época de contingencia, donde el hospital ya de por sí se ve desbordado. Ya vivimos algo así cuando fue lo de la Gripe A, que se tapó un montón. Desde el mismo Ministerio de Salud se taparon muchísimos casos para no poner a la población en alerta y bajar las estadísticas. Hubo mucha gente que se murió y que no entró dentro de esos números y donde personal de salud estaba totalmente desbordado con la situación en aquel momento.
Por eso hay que invertir más en salud, dar un mayor presupuesto, contratar personal y conseguir recursos, y esto no se puede lograr si le pagan la deuda al FMI y a los acreedores privados. Por eso decimos que la deuda es con nosotras y con el pueblo trabajador".