Hace pocas semanas, cuando el movimiento obrero vació las calles y los lugares de trabajo, Sergio Massa desnudó toda su demagogia. Dijo que si él gobernara los trabajadores estarían mejor y no pagarían el impuesto al salario.
Este 1° de Mayo, en el Día Internacional de los Trabajadores, (re) lanzará una campaña presidencial, hoy desdibujada tras una serie de fracasos.
No será fácil llenar la cancha de Vélez. Por eso, Massa acudió a la inestimable colaboración de “referentes del sindicalismo”. Hace pocas semanas había dicho “si Barrionuevo quiere que yo gane las elecciones, lo mejor que puede hacer es dejar de hablar por dos años”. Pero después vinieron una serie de fracasos electorales y, como dice la sabiduría popular, la necesidad tiene cara de hereje. Barrionuevo recordó que “a Sergio lo criamos nosotros” y “necesita estructura en todo el país para que le cuenten los votos; es lo que pasó con Menem y por eso organizamos la mesa sindical ’Menem Presidente’”.
Los medios revelaron las reuniones de Massa con Cavalieri para que ponga "el aparato", y el moyanismo se sumó a los preparativos. Muchos lo hacen con perfil bajo: no quieren quemar puentes con Macri o el mismo Scioli.
El massismo ahora dice que “los trabajadores y los gremialistas son una parte fundamental para el éxito del proyecto de cambio que queremos”.
Renovadores
Desde La Izquierda Diario ya hemos reflejado la trayectoria de Sergio Massa, un amigo de la Embajada de EEUU y de las multinacionales que nunca se cansan de atacar a los trabajadores. Pero vale conocer mejor a “los gremialistas [que] son una parte fundamental para el éxito del proyecto de cambio”.
El renovador Alberto Roberti dirige la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles. Hace poco, cuando fue re-re-reelegido, dijo que “lo que cuenta es el bienestar del trabajador y su familia”. A decir por la nota aparecida en la revista Caras, a su familia le va muy bien. Allí Roberti posa en su mansión en el country Abril, donde su mujer tiene un vestidor con calles. Sí, leyó bien. Una se llama Evita, otra Perón, y la otra…Roberti. A algunos trabajadores petroleros y sus familias no le va tan bien. En la multinacional Shell,gran parte de los trabajadores está tercerizado, y a los opositores Roberti los persigue con el fraude y el despido, junto con la petrolera. En el mes de marzo el sindicalista y diputado del Frente Renovador cobró según la AFIP $86.000 de las arcas de la Federación y $72.000 del Congreso.
El renovador José Luis Barrionuevo nunca ocultó su carrera de sindicalista empresario y peronista. Procesado por sobornos, estafas y los ataques de la barra de Chacarita contra trabajadores, se hizo famoso por su frase “hay que dejar de robar por dos años”. El mes pasado cobró, entre el Sindicato, la obra social y otros “adicionales”, la friolera de $138.000. Fue el mismo mes que los trabajadores gastronómicos de Amelia’s denunciaron que habían sido todos despedidos. Las mozas cobraban $3.500 y los cocineros $4.000. Los que estaban “en negro” recibían $25 el día. Esas trabajadoras tardan 3 años en cobrar lo que “Luisito” en un mes.
El renovador Rodolfo Amado Daer también tiene una trayectoria conocida: fue el sindicalista modelo de Menem, un adelantado de la flexibilización de los años ’90. Como ya denunciamos en La Izquierda Diario, “el Turco” cobra $130 mil todos los meses, $78 mil de parte del Sindicato y $52 mil de la Federación. En cambio, en las empresas alimenticias, miles de jóvenes trabajadores están contratados o tercerizados y cobran $5.500 pesos. Tardarían 2 años en ganar lo que Daer en un mes. Las mujeres tienen categorías inferiores contra las que empiezan a rebelarse.
El renovador Armando Oriente Cavalieri está atornillado al sillón del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) desde 1986. Por sus tres “trabajos” le depositan todos los meses $217 mil. Una parte de la Obra Social, otra de la Federación, y la última del Sindicato. Otro de los “sindicalistas de Massa”, es Julio Ledesma, del SEC La Matanza. Acusado de enriquecimiento ilícito y patotas, a sus “honorarios sindicales” hay que sumarle su abultado sueldo de diputado provincial. En cambio una cajera de supermercado, si está en blanco, trabaja hasta los domingos por 6 mil pesos por mes.
El renovador Leonardo Enrique Cardinale es secretario adjunto del Sindicato de Obreros de Maestranza. El convenio del SOM es elegido por muchas empresas para tercerizar tareas en las fábricas. Pero también lo hace el Estado. El año pasado la patota del SOM, que ya había actuado en el Subte, atacó a los delegados del Hospital Garrahan que reclamaban junto a las trabajadoras de las tercerizadas de limpieza. Con jornadas agotadoras y pésimas condiciones laborales, cobran $6000 por mes atados al presentismo. Cardinale, ferviente impulsor de la campaña de Massa, cobra $ 123.000 mensuales.
La lista de sindicalistas renovadores y millonarios es larga. Los contrastes con sus “representados” llenan de bronca. El sueldo 2015 de Guillermo Juan Pereyra, cobra $136 mil como Secretario General del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén y Río Negro y $72 mil como diputado nacional. Héctor Ricardo Daer, cobra $55 mil Secretario Adjunto del gremio de Sanidad y $72 mil como diputado massista. Juan Facundo Moyano, $28 mil del Sindicato de Peajes, y $72 mil como diputado del Frente Renovador.
Todos son datos oficiales de la AFIP.
Mucho más que “modelos sindicales”
Los números son obscenos, aunque la mayoría de los trabajadores ya no se sorprende. Conocen su actuación en carne propia, en sus gremios y lugares de trabajo. Pero hay que entender que no se trata sólo de tipos millonarios, patoteros y traidores; que lo son. Además cumplen un rol político y social: los empresarios y el Estado capitalista invierten una parte de la explotación de la clase obrera en sostener esa casta de burócratas privilegiados, que a cambio de prebendas se encarga de garantizar el orden en los lugares de trabajo y en las calles.
Por eso todos los gobiernos los han sostenido. Garantizando el manejo discrecional de los fondos sindicales, el cobro compulsivo de las cuotas a sus afiliados (y a los no afiliados también), la reelección indefinida en sus cargos, la posibilidad de montar negocios paralelos con los sindicatos.
La Izquierda Diario denuncia cuánto cobran y cómo viven los “sindicalistas de Massa”, así como los oficialistas. Lo hacemos con un objetivo distinto al del periodismo gorila, que ataca a las cúpulas corruptas para debilitar a las organizaciones obreras. A nosotros nos impulsa el más ferviente deseo de seguir aportando, junto a la izquierda y el sindicalismo combativo, a la organización de una fuerza sindical y política que permita recuperar los sindicatos echando a los burócratas millonarios.
Para terminar, vale el ejemplo de Raúl Godoy, obrero de Zanon bajo gestión obrera y diputado electo por el PTS-Frente de Izquierda en Neuquén. Junto a sus compañeros recuperó el Sindicato Ceramista para transformar sus estatutos y sus prácticas: las decisiones se toman en asamblea, los dirigentes tienen que volver al trabajo después de ocupar el cargo, y cobran lo mismo que sus compañeros. En su primer período como diputado cobró el salario de una maestra y donó el resto a las luchas obreras y del pueblo mapuche. Luego volvió a su puesto de trabajo. Ahora miles de trabajadores lo volvieron a elegir para que exprese su voz y la de la izquierda clasista.
Es un ejemplo vivo de lo que propone la izquierda revolucionaria para los sindicatos y la emancipación de la clase obrera. Este 1° de Mayo hablará en la Plaza de Mayo ante miles de trabajadores y militantes. Los sindicalistas de Massa estarán en Vélez. Ahora los conoce un poco más… | 
