En La Paz se da un nivel de saturación inaudito, tanto en este hospital como en todos los demás de la Comunidad de Madrid. A través de la intervención del ejército han habilitado el gimnasio, que usualmente se utiliza para rehabilitaciones, como un lugar més donde atender a pacientes con CoVid19. Los quirófanos han reducido el número de operaciones al mínimo y tan sólo para las de extrema urgencia y gravedad, ofreciendo su fuerza de trabajo y espacio para colaborar frente a la crisis que está generando el nuevo Coronavirus.
Las camillas para enfermos, el equipamiento necesario para atenderles, y el material para prevenir el contagio en los centros de salud y hospitales escasean, habiendo sido estos diezmados en la última década debido a los enormes recortes que se han ido haciendo a los servicios sanitarios públicos. Un ejemplo ilustrativo es la eliminación de alrededor de 2000 camas y la reducción en aproximadamente 5000 trabajadorxs desde 2008. Así lo relataba también un enfermero del Hospital General de la Paz en un vídeo que se ha hecho viral en las últimas horas.
Mientras todos los servicios de la Sanidad Pública están absolutamente desbordados, con muchas y muchos trabajadores doblando turnos y sin los días libres y/o vacaciones que les corresponden además de un nivel de estrés que roza lo inhumano, el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos sigue sin tomar el control real de los hospitales privados, lo cuál sería una medida significativa en el combate contra el Coronavirus. En los próximos días se espera que esta situación se vea agravada todavía más debido al previsible aumento de los casos de contagiados por el virus.
Desde la Comunidad de Madrid lo unico que anunciaban respecto a la falta de camas en las UCIs, es que “Vamos a seguir trabajando con todos los recursos públicos y con las que pueda ofertar la privada si lo necesitamos". Algo totalmente insuficiente en este marco. También el Gobierno anunciaba este viernes la aplicación del Estado de alarma pero no toma medidas como la confiscación de todos los recursos de la sanidad privada para ponerlos al servicio de la pública.
A la vez que esto ocurre (o más bien no ocurre), los beneficios de la sanidad privada están aumentando de forma casi exponencial, con por ejemplo los polémicos tests de Coronavirus al “módico” precio de 300 euros en algunos hospitales privados de Madrid. Queda claro que para el Gobierno, los intereses económicos están muy por delante del interés general, y que la burguesía aunque se vista de rojo, burguesía se queda.
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